El dolor, es una herida fuerte y tenebrosa, lo es aún, si no se logra verlo.
𝐘𝐮𝐢 𝐊𝐨𝐦𝐨𝐫𝐢, una joven que esta destina a tener un compañero eterno por toda su inmortal vida. Además que su destino se volverá confuso y que tendría que tomar dec...
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«Pasado»
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—Habitación-Castillo Makai-Mundo Humano—:
Los ojos de aquel hombre estaban sastidechos. Puesto al ver a su prometida sentada a su lado y dirigiendola una mirada de aceptacion, solo ella dirigio una mirada sería y sin esperanzas a sus hijos vampiros.
Quizás, malinterpreto lo que pasaba, talvez ellos pensaron en cosas extremas de su ex-novia y su padre. Solo Dios sabe que piensan ellos en esos instantes de sufrimiento.
Solo la luz de la noche reflejaba a aquellos orbes rosas,que miraban con tristeza a la luna presente.
De su matrimonio. No. Era de su destino, su destino cruel que la llevo a tomar esta decisión tal inusual en ella.
«... Solo quería pasar mi vida con el señor » Yui.
Yui sabia que al hacer esto, sería un espléndido destino al estar junto a Karl-Heinz, junto a su prometido que le prometió fidelidad y amor eterno a Yui. Pero nunca espero esto de los muchachos, su actitud decía todo, decía que no la amaban, que negaron su amor hacia ella.
Yui a tal paso estaba cansada de pensar en la situación, su cuerpo no soportaba todo aquella tensión que paso durante la cena. Asi que decidio darse un respiro dentro del baño que le esperaba con una tina con agua cristalina.
Solo quería tener paz, y eso ofrecía estando dentro de esa tina cubierta con esa agua tranquilizadora.
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Ese cuerpo pequeño y delicado, era cubierta por una tela de rizo(toalla) que reflejaba aquellas curvas pocas anchas que daba una vista espléndida de sus senos cerezas. Una vista de una modelo atractiva con un hermoso vestuario.
Yui es atractiva y con un cuerpo obsesivo. Así lo interpretaban aquellos seres cuando tenía una presa fija. Salía de esa puerta que detrás suyo había un baño, ella dio pasos directos hacia el vestuario que estaba tendido en la cama de su habitación privada.
Alzó aquel vestido y lo elevo en frente de su rostro, para contemplarlo y verificarlo.
—... —un suspiro se logró escuchar en esa habitación.
Yui se percató de ello y se aterrorizo. Por el susto dado solto el vestuario y volteo a sus alrededores para ver quién era el portador de un suspiro que parecía de tristeza.
—... Eva... Ganado —lo dice con entusiasmo al principio, que luego se convierte en una voz pesada y enojada.
—... Dios —dice Yui, asustada al ver de frente a su ex-prometido. Ruki.
