2• New year, new problems

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El tiempo había pasado y en un pestañeo, los gemelos empezarían a cursar el cuarto grado en Hogwarts.

Los anteriores años fueron llenos de tensión entre los platinados y el trio de oro, aún que se podría decir que la tensión mayor era entre Draco y ellos. Deila había decidido ser pacífica ente estos enfrentamientos, debía de mostrar que ella no era igual que su hermano.

La tensión entre el de gafas y la platinada aumentaba conforme los dos se juntaban, la gemela hacia todo lo posible por tratar de convivir con el.

Pero la nueva emoción de volver a su segunda casa aumentaba, las vacaciones se habían convertido en un fastidio al estar encerrada en la mansión, eran momentos de mantenerse completamente encerrada en el cuarto de su hermano o en el de ella, esto gracias a las visitas inesperadas que surgían de personas que ella no conocía, y por más que preguntaba a los mayores no le daban una respuesta absoluta.

Solo sabía que había reuniones en un cuarto específico de la mansión.

Lo único bueno era que estaba al lado de Draco, ya que si no fuera por el cairia en un gran aburrimiento.

- Draqui?, que digo, Draco? - Deila llamo la atención de su hermano en forma de broma - hermanito que guapo te pusiste.

Deila agarro por los hombros a su hermano, y con una gran sonrisa lo observó, no cabía duda de que ahora sí otra mitad ya era todo un hombre, la pubertad había pegado y a diferencia de ella, seguía pareciendo una niña.

- Tu también cambiaste dei, tendre que estar más al pendiente de ti - Draco dijo con un dedo acusador levantado.

Ambos ya habían cumplido 14 y por algo este año sentía Deila que sería uno de los mejores.

Las vacaciones habían terminado y por fin había llegado el tan esperado día de volver al castillo, Deila corría agarrada de la mano de su gemelo, esquivando personas y chocando con una que otra, hasta encontrar la puerta del tren.

Ansiosa entro y nada más que para buscar un vagón donde sus amigos estarían.

Tan solo tardaron unos centímetros para saber en donde estaban sus amigos, Deila soltó la mano de su hermano para ir corriendo al vagón donde estos se encontraban, y sin pensarlo abrió la puerta del compartimiento de un solo golpe.

- DEILA - grito uno de los presentes - DIOS COMO TE EXTRAÑE - finjia sollozar mientras abrazaba fuertemente a Deila casi sin dejarla respirar.

- Yo también te extrañe mucho Grisella - devolvió Deila muy animada.

Deila termino de saludar a todos los presentes, mas que nada a los amigos de su hermano, aún que llevaba una buena relación con ellos, se podría decir que de alguna manera no eran tan cercanos.

Finalizando esto, la castaña jalo a Deila del brazo, sacándola por completo del vagón donde se encontraban.

- Oh mira, ahí está la señora de los dulces - apunta - deberiamos ir - hablo gris para comenzar a caminar.

- Dios tu hermano si que le ayudaron las vacaciones - nuevamente la castaña habla, con un tono alocado. - Grisella no digas eso de mi propio hermano - Deila da un leve golpe en el hombro de su amiga.

Las dos chicas llegan al compartimiento donde la señora estaba con su carrito, esperando ser atendidas, las amigas platicaban de lo que habían hecho en sus vacaciones así para ponerse al día, cuando del compartimiento salió un chico ya conocido por la cicatriz en la frente, detrás de su amigo pelirrojo.

Deila se contempló de la presencia del pelinegro, así poniéndose más nerviosa de lo normal, su interacción fue mínima al solo chocar miradas con una leve casi forzosa sonrisa. Lo que no contaba ella fue que detrás de Harry aparecería una tercera persona, Cho, la chica de Ravenclaw, siendo así mayor que los presentes.

 𝐶𝑢𝑟𝑠𝑒 || 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora