𝐶𝑢𝑟𝑠𝑒 || 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫

5• I believe you

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Deila Pov's
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- ¡¡Harry Potter!! - llamo nuevamente el viejo, esperando respuesta del llamado.

El comedor se llenó de susurros esperando algún movimiento del llamado.

Rápidamente voltie hacia su dirección, sentí como poco a poco me ponía nerviosa, miles de preguntas llegaban a mi mente, ¿Acaso el puso su nombre en el cáliz?.

Harry miraba perdido buscando una solución, estaba estático en su lugar, dudando en si ir o no. Hermione tratando de ayudar le dio un leve empujón para que esté caminara.

Lo llamaba desesperadamente con la mirada, buscaba que sus ojos de conectarán con los míos, y así fue.

Los dos nos volteamos a ver al mismo tiempo, mostraba miedo, nervios, una mirada perdida tenía plasmada, no supe reaccionar y solo le di una corta sonrisa, alentandolo a ir, por sorpresa este asintió torpemente.

El lugar se llenó de susurros, quejas y comentarios hacia el. Llamándolo mentiroso, traidor y de miles de formas.

Harry torpemente paso hacia donde estaban los demás ganadores. Ahí lo perdí de vista.

- Quien lo diría, algo tenía que hacen ese San Potter - escupió amargamente Draco con una cara de desagrado.

- Siempre tiene que ser el centro de atención - termino Pansy haciéndole segunda a Draco.

- Ustedes que saben, el no puso su nombre en el cáliz - ataque a los anteriores comentarios de los dos. - Que te tiene eso tan segura Deila - hablo Theodore.

Los mire fijamente para luego apartar mi mirada a otro lugar, sentí como Blaise apretaba mi brazo suavemente, voltie a su dirección y me dio una calida sonrisa. Por fin alguien en quien puedo creer.

- Como sea nosotros nos vamos de aquí, ¿Vienes Deila? - llamo Theodore en camino a la salida del comedor. Negué, tenía algo más importante que hacer.

Ellos salieron del comedor dejando a pocas personas ahí, pero conforme pasaba el tiempo se iba vaciando.

Me encontraba sentada en una de las bancas que daban dirección a la puerta donde pasaron los ahora 4 campeones.

Apretaba fuertemente mi pecho con mis brazos, traba de no pensar nada malo, pero aún así me sentía preocupada por el.

Pasando unos minutos la puerta de abrió dejando salir aquellos.

El último en salir fue Harry, senti alivio al verlo, pero el, tenía una mirada perdida.

- Potter - llame suavemente mientras me paraba de mi lugar.

- Malfoy - repitió serio - ¿Que haces aquí?, ¿vienes a decirme que soy un mentiroso? - hablo rápidamente con amargura.

- ¿Que? No - mire extrañada - solo quiero saber que paso - lo mire directamente.

- ¿Pusiste tu nombre en el cáliz? - pregunté sin rodeos, cruzo sus brazos - No - respondio.

- Bien, te creo - escupí, haciendo que el me mirara con asombro.

- ¿Deila Malfoy cree que no puse mi nombre? - dijo sarcásticamente - Que es lo que quieres. - escupió fríamente.

- Ya te lo dije, ¿Puedes dejar de ser tan arrogante cuando solo me preocupo por ti? - rodee los ojos cruzandome de brazos, el no dijo nada más.

- Bien - hablo para comenzar a caminar, me quedé quieta en mi lugar viéndolo marchar.

Se detuvo un segundo antes de pasar la puerta del comedor, voltio su mirada nuevamente a verme - Gracias entonces - agradeció y continuo con su camino.

Deje escapar un gran suspiro de frustración, apreté mis puños y rodee nuevamente mis ojos.

" Dios serio se ve demasiado bien "

Pensé mientras una tonta sonrisa se formaba en mi cara.

(...)

- ¿De verdad elno puso su nombre? - pregunto con sorpresa - Quien lo diría - abrió sus ojos asombrada.

- Tu también no Gris - reproche - No, claro que no, no lo digo de esa manera Dei - hablo rápidamente la chica.

Había pasado solo unos cuantos días desde aquella noche donde Harry Potter fue elegido como el 4 campeon.

Me encontraba con Grisella acostadas en el pasto, ella arreglándose las uñas mientras yo leía un libro. Era una tarde agradable, las clases ya habían acabado hace apenas unas horas, solo era momento de relajarnos y platicar.

- Me preocupo por el - solté con un suspiro sin dejar de mirar el libro - Digo, solo es un chico y ahora va afrentar a la muerte, solo por qué alguien coloco su nombre en ese cáliz - la amargura se notaba en mi hablado.

- De verdad yo tampoco lo entiendo, ¿Quien lo podría odiar tanto para hacer eso? - hablo de manera confusa.

Un silencio se hizo entre nosotras, como si las dos buscáramos respuestas a nuestras preguntas.

Varios alumnos pasaban por aquel patio solitario, acompañados o simplemente solos.

En eso los gemelos Weasley pasaban por nuestro lado, riendo entre ellos, pude sentir como Grisella se encorporaba y arreglaba un poco. Y sin pensarlo Fred Weasley saludaba con una sonrisa a la chica y está hacia lo mismo.

- ¿Es enserio? - pregunté extrañada.

- ¿Que? - pregunto sin dejar de mirar al gemelo - ¿Hay algo que me perdí durante estos días? - pregunté nuevamente extrañada.

Después de que los pelirrojos salieron de nuestro campo de visión, Gris me miró con una mirada pícara.

- Nada - sonrió - feo no es - la mire disgustada.