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Entre el roce del tejido y el agua, me encontré tarareando una melodía conocida mientras lavaba el saco manchado de sangre.
El agua teñida de rojo gracias a la sangre corría por el suelo hasta las cañerías
Las notas resonaban por las paredes del baño.
Cada burbujeo del detergente parecía acompañar la cadencia de la canción, como si el universo estuviera tejiendo una melodía surrealista para esta escena inquietante.
Me mente volvía a recorrer aquel bello momento.
Su rostro totalmente trastornado por el terror, el expeso líquido de la sangre recorria por la fina madera de pino bajo el cuerpo.
El placentero sentimiento que recorría mi cuerpo al volver a introducir con agresividad el cuchillo.
Fue una víctima fácil.
Se lo merecía.
La hermosa melodía fue interrumpida por la voz de mi acompañante
──¿Por qué lo hiciste?
—¿A que te refieres?— Tararee con suavidad cada palabra.
── ¡Tu sabes a lo que me refiero Alastor──Con un fuerte golpe se levanto con fuerza jalandome del cuello de mi camisa── ¡¿Por qué mataste a Michael Ross?!, ¡¿Por qué razón Mataste a ese hombre!?
