Había pasado alrededor de dos semanas y las cosas en el pueblo eran tranquilas y todo ese ambiente tosco se había vuelto normal. Desgraciadamente, Estefanía ya no participaba con el grupo, ahora daba su preciado tiempo a su hija.
Para Jul esos días fueron los más agradables, había estado más cerca de Jane, aún no podía creer que Jane le había permitido ir a su casa y además, la dejó jugar en su jardín y con su colección de muñecas, —las cuales parecían valer una fortuna—.
Jul disfrutaba jugar con los regalos que Jane le obsequió, un peluche rosa y una caja de música, dichos objetos eran su mayor tesoro. En eso la puerta fue tocada varias veces.
—¿Mamá? —Jul abrió la puerta, pero, al ver el rostro de su padre deformado y con quemaduras, haciendo que luzca como un monstruo; forcejeó para poder cerrar la puerta. Sin embargo, esa cosa era más fuerte diez veces que ella. —¡No, por favor!
Sus lamentos fueron callados con brutalidad, su labio partido y su rostro con moretones. Su cuerpo marcado con cicatrices y manchas pecaminosas.
Un acto que duró alrededor de una hora, una hora en donde Jul se cerró y dejó de existir y quién comenzó a vivir los dolores fue Cristina. Quién era una chica más valiente y fuerte que Jul y quién por cada roce doloroso, juraba vengarse del monstruo. No tenía permitido irse de esta vida sin antes matar a esa mierda.
Jul regresó a la realidad y entró en el baño a bañarse, intentó borrar y no podía, ya que, no solo su cuerpo había sido herido, sino que, también su alma. Luego bajó a la planta de abajo, Jul lo hizo de manera silenciosa, y se alegró al ver que estaba sola en casa. Bebió algo de agua y luego cogió su bolsa y fue a la guarida de Jane, lugar que se había convertido en su sitio seguro. Irónico.
¿Qué es amar?
Jul entró a esa casa improvisada que Jane había hecho. Mientras pasaba su tiempo junto con los frascos llenos de las cosas de Jane, se imaginó a Jane y a ella remodelando la guarida secreta y convirtiéndola en un enorme castillo con mucha fortaleza.
—No quiero que vuelva a pasar, ¿Por qué no tengo suerte? —Las lágrimas bajaron por el rostro de Jul—, ¡Duele mucho! —Lloriqueó como una bebé.
Se abrazó a si misma y luego cantó una canción que antes había escuchado en la radio. Y rato después se quedó dormida.Jul se despertó cuando sintió como alguien la movía bastante, lo que la alarmó y abrió sus ojos de prisa e intentó huir.
—¿Por qué esa mirada? ¿Esa cosa volvió a poner sus manos sobre lo mío? —Jul asintió avergonzada, no quería que Jane la viera ahora. Estaba sucia y no quería que Jane la mirara cuando era tan fea. —Deseo matar a esa mierda. —Jane salió molesta, pero, Jul la detuvo.
—No hagas nada, somos débiles y ellos más fuertes, con un cuerpo pequeño no podemos hacer nada. —Jane reflexionó un momento y vio razón en las palabras de Jul.
—Entonces, solamente hace falta siete, y créeme que cuando llegué ese momento, ninguno se atreverá a tocar mis cosas. —Jane se sentó molesta en la nieve y Jul tomó asiento a su lado haciéndole compañía.
—¿Puedo hacer una pregunta? —Jane asintió y Jul volvió a preguntar. —¿Y tus hermanos, no eres amiga de ellos?
—Son iguales a ellos, no quiero hablar con esas cosas.
—Yo quiero tener hermanos, pero, soy hija única. Sin embargo, mejor que no haya más, es mejor que nadie sufra lo que sufro. —Jul explicó con algo de asco. —¿Y después de las vacaciones, irás a la escuela en la ciudad o aquí?
—No lo sé.
—¿Tienes una comida favorita? —Jul movió las manos y luego dijo. —Lo siento, pasé mi límite.
—Me gusta el guiso de pescado con mucha salsa picante y limón. —Jul embozó una tierna sonrisa y después le contó a Jane su comida favorita.
—Me gusta la pasta.
—Me gusta el color de tus ojos. —Jul sonrió avergonzada por el cumplido, sin embargo; no sabía lo que pasaba por la mente de Jane para decir aquello.
—También me gustan tus ojos, también tu pelo tan rubio que parece blanco y tus pecas te hacen ver hermosa.
—Guau, pareces locamente enamorada de mí, bromeo. —Jane se rió luego de decir aquello y Jul lo hizo también, aunque se sentía avergonzada, ya que, Jane casi descubría sus sentimientos.
—¿Jane, cuándo vivías en la ciudad con tus padres también los demás te veían como la hija rara de los Tesca?
—Hoy despertaste muy curiosa ¿No? Sí, de hecho, creo que la razón de traerme a esta pueblo perdido era por eso. Contando mi historia con ellos, creo que jamás me he sentido parte de la «familia» Tesca. Mis hermanos, ash, odio decirle a esas cosas así, como decía, esas cosas siempre me trataron mal, al igual que ellos dos, yo solamente… nací diferente. —Jul escuchaba atenta, esa era la primera vez que oía a Jane decir mucho. De hecho, era la primera vez que Jane no era cortante con ella.
—Gracias por contarme.
—Deja de decir cosas como esas, me dan asco. —Ya regresó la Jane de siempre, con la misma mirada fría e indiferencia.
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Caníbal
Mystery / ThrillerTodos los del pueblo le temían a una niña de ocho años, muchos dijeron que poseía una aura que no parecía de este mundo. ¿Pero todos los del pueblo son ovejas sin manchas?