Juliana estaba buscando muy desesperada en su tocador, ella creí que seguramente tendría un poco de crema contra las arrugas.
—Debí de comprar antes—, se dijo a si misma en un susurro.
La puerta fue tocada y Juliana se sobresaltó dejando caer el frasco que contenía el pintauñas, rompiéndose este en el proceso. Ese era su color favorito, por lo tanto, se levantó molesta y fue a abrir la puerta.
—¿Qué quieres? —Le preguntó a su hija algo molesta, de hecho, últimamente ni siquiera quería ver el rostro de su hija. Sentía envidia de esa apariencia joven, ese rostro suave y esa mirada inocente.
—Tengo hambre y no hay nada en la cocina que pueda comer. —Juliana hizo una expresión de cansancio y luego suspiró.
—Cocinar es lo más básico. Ah, está bien, iré a preparar algo. —Tranquilizó su mente, su conciencia le estaba diciendo que nada de lo que sucedió era culpa de Jul, sin embargo, Juliana seguía odiando a su hija, ya que; ella le había quitado el amor de Erick.Bajó a la cocina y comenzó a cocinar, y cuando todo estaba preparado y servido en los platos, una idea ridícula se pasó por la mente de Juliana mientras observaba el plato de su hija. Solamente sería un poco, eso le decía su loca y perturbada cabeza.
Ella tomó el veneno para ratas y puso un poquito en la comida de Jul, luego ella volvió a acomodar la comida para que luciera natural. Y luego le llevó la comida a la mesa a su hija y con una sonrisa miraba como Jul se tomaba la primera cucharada, luego una segunda y después una tercera. En esta última Jul empezó a toser y a agarrarse la garganta.
—¿Qué le pusiste a la comida? —Esa pregunta alarmó a Juliana y jugó su papel de buena madre.—¿Qué le pondría? ¿Qué sucede te sientes mal? Te preparo un té y te llevo a la cama. —Jul no respondió y Juliana regresó a la cocina.
¿También estaría bien si respondo de la misma manera?
Jul había salido afuera y comenzó a vomitar todo lo que había comido, luego se limpió la cara con algo de agua de la llave.
Y después fue a la guarida de Jane, desde antes de llegar vio a Jane caminando por los árboles marcados y Jul sonrió desde atrás, con pasos silenciosos se aproximó e intentó sorprender a Jane, sin éxito alguno, más bien, Jane se volteó molesta y casi le clavaba un cuchillo.
—Genial, casi te mato. No vuelvas a acercarte a mi de esa forma—, Jul asintió asustada. No le asustó el hecho de que Jane tuviera un cuchillo consigo, o que casi por error se lo iba a clavar, lo que le dio miedo fue la mirada tan fría de Jane, más fría que la acostumbrada. De hecho, desconoció a Jane por unos minutos.
—¿Has matado a alguien? —Jane estaba a punto de darle la mano e intentar a ayudarla a ponerse de pie, sin embargo, bajó la mano al escuchar esa pregunta.
—Importa mucho eso, ¿curiosa sobre mí? La repuesta que quieres escuchar es no, y no, no he matado a nadie Solamente me gusta cortar en trozos a los animales, cuando me aburra de ellos puede que vaya por cosas más grandes. ¿Por qué te cuento esto? —Jane hizo una expresión confusa, pero, Jul estaba contenta porque Jane le había contado, y eso quería decir que confiaba en ella.—Soy tu objeto, me puedes contar si quieres. —Y aunque a Jul no le gustaba eso de ser vista como un objeto, si eso es lo que Jane quería, ella lo haría. Y con tal de permanecer cerca de Jane, haría lo que fuera sin importar que. Aquí no hay manipulación, solamente amor.
Y cuando regresaron a la guarida Jul se cansó y se desplomó justo en frente del refugio, Jane miró hacia atrás después de escuchar el ruido y luego ella entró sin dar mucha importancia.
Pasó alrededor de una hora y media y Jul no se despertó, más bien, su cuerpo estaba poniéndose más pálido debido a la nieve y Jane se levantó algo molesta y la arrastró a dentro, pero, Jul seguía sin despertar.
—¿Por qué debo hacerlo?— Jane comenzó una lucha interna sobre ayudar o no ayudar, y por primera vez vio a Jul como un ser vivo, pero, aún así la seguiría tratando como su objeto preciado. Y como pudo la cargó en su espalda, descansando a veces, ya que, Jul era mas alta y pesada. —Me siento tan horrible. —Comentó cuando estaba cerca de su casa. Esa mansión sobre la que muchos del pueblo rumoreaban. Muchos desearían tener tal mansión y sentirse los reyes. Ni siquiera el alcalde del pueblo podría tener una fortuna como los Tesca.
—Señorita—, El jardinero corrió a donde Jane y tomó a Jul, cargándola de la misma forma que se carga a las princesas en los cuentos de hada. —¿Quién es esta niña? —El hombre se atrevió a preguntar sin ver directamente a Jane, él sabía que eso enojaba a la niña.
—No es tu asunto, y me sorprende que aún sigas aquí. La otra vez lloraste porque había pisados todas las flores que cuidaste con «amor». —El hombre tragó seco y solamente asintió. —Supongo que es porque no vives en este pueblo y otro trabajo no paga tan bien como los Tesca, a menos que vayas a la ciudad.
—Esas flores no eran mías, no se preocupe señorita.
—No me preocupo, siento pena. —Jane entró a la casa y quien la recibió era otra mujer, ya que, la de la otra vez había renunciado debido a la intensidad de Jane. Y esta era parte del pueblo y de hecho pertenecía al grupo de Martha, quienes siempre se reunían para hablar sobre los demás.
—Ah y tú—, Jane se dirigió a la mujer. —Si escucho un rumor por el pueblo y específicamente, sobre la hija de Juliana y yo, te quedas sin lengua, ¿entiendes? —La mujer asintió asustada. Ella había tomado ese trabajo porque la economía para su esposo y ella no eran las mejores y el salario de su esposo había bajado, así que, fue a buscar trabajo donde los más ricos del pueblo, pero, jamás imagino que tendría que ser la nueva niñera de Jane. Y sobre todo, ver quién era Jane simplemente le daba miedo, y como había dicho Juliana, Jane tenía una aura maligna y la cual provocaba una mal vibra.
—¿Dónde la llevo? —Le preguntó el jardinero a Jane.
—A mi habitación y llama al doctor rápido. —Lo primero fue dirigido al jardinero y lo segundo a la ama de llaves, quien estaba limpiando un cuadro en la sala.
—Señorita, el médico se encuentra en la ciudad—, Jane chasqueó la lengua y luego dijo.
—¿No puede venir en coche? Dile que Jane dice que aparezca rápido. —Y la mujer cogió el teléfono y marcó el número del doctor, después de hablar ella colgó y luego le comunicó a Jane.
—Estará aquí justo a las tres de la madrugada. —Jane asintió y luego se sentó en el sofá. Y durmió hasta el otro día, algo que le molestó, hacía mucho tiempo que no dormía tanto y resultó que en un momento en que no debía dormir, durmió.
—¿Dónde está el doctor? —Apareció corriendo a la cocina, la ama de llaves se sorprendió, ya que, durante el tiempo que había trabajado allí jamás vio a Jane con un rostro desesperado o ansioso.
—Se ha marchado a las seis.
—¡Jane, hola! —Justo en ese momento vio a Jul, quien estaba sentada en una silla y tenía una taza de té en su mano.
La expresión de Jane volvió a ser la misma de siempre y se acercó a donde Jul estaba. La miró varios minutos y luego le dijo.—No tienes derecho a morirte, el único que puede acabar con tu vida soy yo. —Jul asintió sonriendo. Aunque la ama de llaves estaba algo aterrada por esas palabras, intentó mantener su rostro firme.
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Caníbal
Mystery / ThrillerTodos los del pueblo le temían a una niña de ocho años, muchos dijeron que poseía una aura que no parecía de este mundo. ¿Pero todos los del pueblo son ovejas sin manchas?