Cuando la campana sonó la primera en salir fue Jane, ya no aguantaba estar en esas cuatro paredes sumamente aburridas y junto a objetos fastidiosos.
Jane iba caminando sin un rumbo fijo, era la primera vez que estaba allí, así que, no conocía nada. Mientras Jane observaba algunas cosas, sintió como algo duro le pegó en la cabeza. Jane sostuvo su frente y luego vio la sangre gotear rápidamente.
—¡Vete!
—¡Niña demonio!, ¡largo!
Los estudiantes estaban molestándola y Jane suspiró observando a esas cosas que la habían hecho sangrar, y cuando estaba apunto de saltar encima de uno. Jul apareció y empujó a un muchacho al suelo.
—¡No te atreves a dañar a Jane, no te pertenece! —Jane dejó de sostenerse la herida para mirar bien la escena.
—¿Jul, que haces? Todos sabemos que esa niña es hija del diablo, ella mata gatos y golpea a los niños. —Jane intentó recordar la parte de golpear niños y solamente recordó haber golpeado a Jul.
—Mentiroso, Jane jamás los ha golpeado.
—Deja de defender a una asesina de gatos. —El muchacho se levantó y empujó a Jul y ella cayó al suelo. —Si tanto quieres defender a esa perra, bien, ahora también te tiraremos piedras y basura a la cabeza. —Jul miró como todos la observaban, fieras que estaban a punto de devorarla. Por otro lado, Jane se dio la vuelta y se alejó de la escena. Jul miró con tristeza como se alejaba Jane y sintió un dolor en el pecho.
«Verdad, Jane jamás me defenderá», Jul pensó mientras los estudiantes se acercaban para molestarla. Sin embargo una estudiante gritó fuertemente y Jul levantó la vista viendo como una piedra estaba metida en el ojo de la niña, la sangre goteaba y manchaba el hermoso uniforme escolar. Jul se asustó al ver algo tan horrible, el globo ocular había sido aplastado y la carne sobresalía alrededor de la piedra que estaba metida en el ojo.
—¿Qué cosa me hizo esto? —Jane se apuntó la herida de la frente. —Bueno, ya lo sé, solamente quiero quebrar a más objetos. No debe haber razón para ello, eso me enseñaron ellos. —Muchos la miraron confundidos, Jane hablaba de una forma muy extraña.
Jane tiró otra piedra y esta más rápida que la anterior, los estudiantes comenzaron a correr y a dispersarse por el patio. Jane sonrió mientras lanzaba más piedras, hasta que una mano sostuvo su brazo y ella miró arriba y vio a la maestra que la había obligado a entrar a clases anteriormente.
Jane embozó una gran sonrisa y pisó el pie de la maestra, quién dio un grito y la soltó. Entonces, Jane al ver la mujer agachado viendo su pie, ella la golpeó en la cabeza con la piedra que tenía en su mano.
Jul observó todo sentada en el suelo. Respirando con dificultad y sin saber que hacer, estaba paralizada del miedo.
¿Acaso Jul conocía a Jane? Era obvia la respuesta.
—¡Para! —Jane dejó de golpear a la mujer y miró como la maestra encargada cargaba un rifle y la apuntaba. —Si no te detienes voy a disparar.
—Puede disparar, no le temo a la muerte. —La mujer observó con desconcierto a Jane, quien volvió a levantar la mano para pegarle a la mujer que tenía agarrada del cuello vestido, con la cara destrozada e irreconocible.
Entonces, un hombre apareció y Jane sintió un escalofrío recorrerle.
—¿Qué crees que haces Jenny? —Jane soltó la roca y se paró más recto. No se atrevió a ver al hombre a los ojos. —Oh, veo que mi hija ha causado un grave problema. Lléveme con el director de la escuela, resolveremos esto en privado. —El hombre se dirigió a la mujer que tenía el rifle. Él vestía de una manera muy elegante, corbata, traje y un abrigo largo de color negro. El cabello rubio peinado estilo libro, cayendo a ambos lados y poseía unos ojos iguales de bellos que los de Jane, el mismo tono, el mismo brillo.
Cuando el hombre se alejó con la mujer Jane dejó salir un largo suspiro de alivio.
—Jane… —Jane miró por encima a Jul quien se acercaba a ella de manera cautelosa.
—No me persigas. —Jane iba a dirigirse a otro lado, sin embargo, Jul corrió a abrazarla por la espalda.
—Te quiero, no, te amo. Créeme, este mes sin tu presencia me ha destruido, no podré resistir a nada si no estas junto a mí. —Jane se giró y miró a Jul a los ojos, esos ojos expresaban tantos sentimientos, que lamentable, porque a Jane no le importaban esas estupideces. —No te alejes, por favor, no me alejes. Úsame, pégame, cortarme y si quieres mátame, pero, por favor permanece junto a mí. —Jane sonrió ampliamente y asintió sin decir nada. Jul tenía los ojos rojos, era obvio que en cualquier momento lloraría, así que, Jane la jaló y la abrazó fuertemente mientras acariciaba la espalda de Jul.
¿Qué se siente amar?
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Caníbal
Mystery / ThrillerTodos los del pueblo le temían a una niña de ocho años, muchos dijeron que poseía una aura que no parecía de este mundo. ¿Pero todos los del pueblo son ovejas sin manchas?