Demian y Letizia

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Letizia suspiro y lo miro, en la mirada de Felipe había decisión y cuando eso pasaba no había fuerza divina que le llevara la contraria, cogió el movil y marco a Marc, suspiro y comenzó a impacientarse al darse cuenta que daba tono y no se lo cogí­a, lo llamo dos veces mas y la ultima, Marc apago el teléfono. Se había pegado toda la tarde fuera de Barcelona en casa de su amante, no había ido a recoger a la bastarda al colegio y tuvo durante toda la tarde el movil apagado, lo encendió para ver los mensajes que tendrí­a seguro de su mujer y del colegio, en el preciso momento que lo encendió, comenzó a sonarle, se dio cuenta que era Letizia y no quiso cogerlo, seguramente le reclamari­a y lo cierto es que no estaba dispuesto a que le montase ninguna escena, opto por apagarlo y volver a la cama con su hermosa amante, no aparecería por su casa hasta mañana por la mañana, si eso. Letizia suspiro indignada y miro a Felipe
• Acaba de apagar el teléfono
• Mejor así no tendrás que darle explicaciones, anda vamos que la cena se enfría
• Pero Felipe mírame- Este la miro de arriba a abajo con deseo- no de esa forma
• De qué forma te miro Letizia­, te miro como un hombre que te desea, como un hombre que lleva enamorado de ti demasiados años, como el padre de tu hija
• Felipe todo es tan diferente ahora, han pasado demasiadas cosas, hay demasiado dolor entre nosotros
• Lo se, lo se y por eso te lo dije esta mañana, no voy a intentar nada, hasta que todo este bien aquí-volvió a señalar su corazón y luego se giro para entar en la casa, fue hasta su habitación y saco un pijama suyo, volvio donde ella estaba ya sentada en la mesa, mirando toda la comida que él habí­a preparado.
• Podías haber empezado a comer, te fui a buscar un pijama, lo quieres entero o solo la camisa
• Solo la camisa y bueno me apetecí­a esperarte, es demasiada comida Felipe
• Bahhh, calla y come-dijo riendo
Después de cenar mientras Felipe recogía todo, Letizia entraba a la habitación para ponerse el pijama, cuando estaba abotonándose el último botón de la camiseta, Felipe entro la miro y le sonrió
• te queda mejor que a mi, ya que tu no vas a utilizar la parte de abajo, la utilizare yo, bueno que descanses Letizia- se acerco a ella y le dio un beso en la mejilla, cuando iba a salir,ella­ lo detuvo, él la miro de forma interrogante
• Dónde vas a dormir Felipe¿?
• Pues en el sofá-dijo  de forma natural
• No!!!- él la miro curioso- quiero decir que la cama es bastante cómoda, además tu ya tienes una edad como para que duermas en el sofá, tu espalda se destrozara
• Perdona guapa, pero te podría demostrar ahora mismo lo fuerte y vigoroso que estoy- ella lo miro divertida, mientras se mordía el labio
• Venga Felipe, no te hagas de rogar
• Esta bien, pero no te prometo que duerma, porque contigo a mi lado...
Ella no dijo nada, solamente se sonrojo y se metió en la cama y se tapo hasta arriba como los niños pequeños, él se echó a reír y allí mismo se cambiaba de ropa, Letizia lo miraba por una abertura de la sabana y mordía su labio mirándolo, se escondió cuando noto que se metía en la cama. La miro y vio que tenía los ojos cerrados, apostaría lo que fuera, pero estaba seguro que ella no dormía, más bien por las expresiones de su cara juraría que estaba teniendo una lucha interna consigo misma, se acerco a ella y le susurro al oido:- no pasara nada que tu no quieras que pase, ella abrió sus hermosos ojos verdes y lo miro, le acaricio la barba con su mano y la deslizo por el torso de Felipe, luego aparto la mano y se acurruco en el pecho de él, notando la respiración acompasada y el suave golpeteo de su corazón, suspiro y se abrazo aun más él, Felipe paso un brazo alrededor de la cintura de Letizia y apoyo su cabeza en la de ella, Leti­ levanto un poco la cabeza y lo miro:

L: Te amo- acaricio su barba y suspiro, le quedaba espectacular pero no se lo diría
F: Y yo a ti, muchísimo
L: Y por qué no me besas ¿?

Felipe sintió un remolino de sensaciones en su pecho y la atrajo a él, deslizando la mano por la cintura contraria hasta su cuello, uniendo sus labios en un beso demandante, suave al principio pero cada vez más intenso y apasionado, mordiendo el labio inferior de ella y succionándolo. Letizia gimió dentro del beso y se contuvo las ganas de ir a más, porque aún dolía, se escondió en su cuello, dejando besos allí, sintiendo las manos de Felipe en su piel bajo la camisa y suspiro de forma calmada. Se fue quedando poco a poco dormida, en los brazos de él, rodeándolo posesivamente, no queriendo romper aquella unión. Felipe la observo dormir durante un rato para luego acomplarse en los brazos de la mujer de su vida, la que siempre amaría.

Borbón & BorbónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora