Un segundo intento

133 13 50
                                    

Mientras se tumbaba encima de ella, comenzaba a deslizar sus manos por debajo del vestido negro que Letizia­ llevaba, acariciando cada centímetro de piel con las yemas de sus dedos, la  miro y vio que teni­a los ojos cerrados disfrutando de sus caricias, la alzo entre sus brazos y le bajo muy despacio la cremallera del vestido a la vez que iba acariciando cada porción de piel expuesta a sus ojos, ella elevo un poco sus caderas y él pudo quitarle fácilmente el vestido, se alzo un poco de rodillas entre las piernas de Letizia y volvió a mirarla, una mirada que el único sentimiento que trasmitía era amor, la vio allí­ tumbada sobre la almohada, con su pelo cayendo en ella, tan entregada a sus caricias, disfrutando como si fuera la primera vez, que se tocaban y que se amaban, él se despojo rápidamente de su camisa y la tiro a un lado, se volvió a recostar sobre ella, pudiendo sentir el contacto de sus pieles por primera vez en toda la noche, le acaricio la cara y luego la beso, un beso lento y pausado, disfrutando del contacto de sus bocas y del juego que sus lenguas comenzaban, Letizia­ rió dentro del beso y Felipe, rompió el contacto y la miro de forma interrogante;- tu barba me hace cosquillas- dijo ella, a la vez, que le acariciaba la cara, él sonrió y volvió a besarla, deslizo sus manos por el cuerpo de ella y aún besándola, la alzo por la espalda para profundizar el beso y desabrochar el sujetador de encaje negro que Letizia llevaba, sintió el efecto de los pechos de ella en su torso y mientras seguía besándola, llevo una de sus manos a sus pechos alternado caricias y pellizcos.

Ella­ empezó a gemir dentro del beso, abrió los ojos y lo miro con suplica, dejo de besarla y le sonrió pícaro, deslizo la mano que tení­a en la cadera de ella y comenzó a acariciar la intimidad de Letizia por encima de la prenda í­ntima, mientras deslizaba su boca por el cuello de ella y comenzaba a morderlo y succionarlo, dejando pequeñas marcas que más tarde serí­an visibles, le mordió el lóbulo de la oreja y Leti­ bufo, estaba comenzando a desesperarse.

Felipe la estaba matando de placer con sus manos y su boca, dejo el juego que estaba infligiendo con sus manos en Letizia y la tumbo en la cama, la miro y acerco su boca al oí­do de ella;- no existe otra como tú, eres la dueña de mi corazón, soy tuyo por completo-, volvió a morder su lóbulo y luego lamió cada rincón de su cuello.

Ella tenía los ojos cerrados, solo querí­a sentirlo, después de tantos años como amantes y todaví­a sus caricias despertaban en ella sentimientos indescriptibles, dejo de lamer el cuello de ella y le mordió el hombro, deslizo su lengua por el brazo de ella y cuando llego a sus dedos, los lamió uno a uno, mientras que cogía entre sus manos la mano de ella, la deslizo por todo su cuerpo, con la mano de Letizia entre las suyas llego a la intimidad de ella, soltó una de sus manos y deslizo las braguitas de Letizia hasta sus pies, luego entrelazo sus dedos con los de ella y así fue como se abrió paso en la intimidad de ella­, juntos comenzaron un juego de dedos dentro de su interior, que  la estaba volviendo loca, sus gemidos eran ya bastante audibles y decía palabras inentendibles para el otro, estaba tan entregada que dejo de hacer presión ella misma con sus dedos y dejo que fuera Felipe el que marcara el ritmo cada vez más fuerte de los dedos en su interior, la abrazo por la cadera y la atrajo más, haciendo más notorios los movimientos de sus dedos, cogiendo más profundidad, cuando sintió las paredes vaginales de Letizia contraerse, la beso y aumento el ritmo cadencioso de sus dedos, dejaron de besarse y ella­ deslizo su boca por el cuello de él, cuando sintió como un frenético orgasmo le llegaba, lo mordió y en ese momento, se oyó un grito de placer por parte de ella y un grito de dolor, por parte de él, ella lo miro divertida, mientras se dejaba caer exhausta en la cama, Felipe la miro y mientras mordisqueaba su oreja, le dijo;-eres una fiera- Letizia rió y lo miro de arriba a abajo, fijándose en el bulto del pantalón de Felipe.

Este a su vez que había seguido la mirada de ella por su cuerpo, miro su creciente erección y la miro, la vio mordiéndose el labio divertida. Se levanto de la cama ante la protesta de ella y se deshizo de sus pantalones y con ellos de su ropa interior, se situó entre las piernas de Letizia­, esta a su vez rodeaba la cintura de él con ellas. Felipe comenzó a restregar su dureza por los labios vaginales de Letizia sin llegar a penetrarla, ella que ya se había recuperado del todo, intentaba hacer presión con su cadera para que Felipe entrara en ella, él divertido se separaba de ella ante la desesperación de Letizia, para a los segundos repetir el mismo gesto del acto, sin llegarla a penetrar;- Felipe, por favor-, él la miro y la beso, rompió el beso y aún con sus labios rozándose le pregunto;- por favor, qué?- ella ante un descuido de él, aumento la presión de sus piernas en la cadera de él y elevo a su vez aún más la suya y fue en ese momento que ella forzó la penetración.

Borbón & BorbónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora