Borbón & Borbón

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Salieron del coche y ella no pudo evitar abrir y cerrar la boca, sin que las palabras salieran completamente, solo balbuceaba palabras inentendibles para Felipe, que miraba cada una de las expresiones de Letizia en ese momento, había querido darle la sorpresa de alquilar una casa en aquel pequeño pueblo, una casa grande con jardín y piscina donde los niños pudieran jugar, sabía y había comprobado en las 48 horas que llevaba allí que la mujer que amaba, disfrutaba de aquel lugar, se sentía libre y sin las presiones de Barcelona, él había terminado la primera temporada del primer programa y se podía permitir el lujo perfectamente de estar sin hacer nada por una larga temporada, por eso cuando paso por aquella inmobiliaria y vio el adosado, esa loca idea se cruzo en su cabeza, con la ayuda de Zoe y André había conseguido que llevaran todas las cosas de sus mujeres, al adosado, por lo que desde esa misma noche, podrían quedarse allí, claro si su muy sorprendida pareja reaccionaba.

Boqueo un par de veces más, mientras sus ojos se abrían lo máximo posible, su mirada alternaba entre su pareja y la casa que tenía delante de ella, maldijo sus hormonas cuando sintió como las primeras lagrimas se iban deslizando por sus mejillas, Felipe se acerco a ella con cuidado y paso sus pulgares por las mejillas de Leti, retirando las lagrimas, ella lo miro con los ojos brillosos-Felipe....esto....por qué-quería preguntarle tantas cosas, pero no podía, su voz casi no salía, una casa....de toda las sorpresas a las que él le tuviera acostumbrada, está nunca se la hubiera imaginado, la casa era preciosa y eso que solo la había visto por fuera, pero ya no solo era la belleza de la casa, sino el significado, que Felipe hubiera decidido hacerse con esa casa, solo quería decir una cosa y es que quería estar con ella, no importaba el lugar, solo que estuvieran juntos, lo miraba con los ojos inundados en lagrimas que él en vano intentaba detener mientras le acariciaba la mejilla. Felipe le sonrió y mientras se acercaba a ella para abrazarla, le susurro en su oído:- porque te amo, por qué más va a ser- Letizia separo un poco su cabeza del cuello de Felipe y lo miro emocionada mientras no podía evitar la tentación de besarlo, estuvieron un rato disfrutando del beso y del suave contacto de sus labios, hasta que Felipe la sintió tiritar.

F: venga cariño-dijo mirándola, a la vez que le cogía de la mano y la arrastraba hasta la puerta de entrada- entremos que te estas congelando.

Letizia asintió mecánicamente y cuando Felipe abrió la puerta de la casa y la dejo pasar, soltó un grito de sorpresa al ir descubriendo cada habitación de aquella casa, que se componía de dos plantas, en la primera había una gran cocina, que por lo que supuso sería uno de los elementos que habría enamorado a Felipe, su pareja era un gran cocinero y podía pegarse horas entretenido, innovando en nuevas recetas, en la primera planta también había un gran baño y un cuarto que seguramente lo destinaran como despacho, además de un gran salón con una chimenea que los abrigaría en los meses de invierno, lo que más le gusto fue que el salón comunicaba a través de una puerta corredera con un gran jardín donde había una piscina, no muy grande pero que sería la delicia de los niños, además de dos grandes árboles uno creciendo al lado del otro de donde colgaba una de esas hamacas colgantes, cerró los ojos y se los imagino a Felipe y a ella, tumbados allí mientras los niños jugaban en la piscina o el césped, con ayuda de Felipe que la empujaba entre risas escaleras arriba, llegaron a la segunda planta, allí lo primero que vieron fueron las habitaciones de los niños, que para su sorpresa ya estaban preparadas con las cosas de los enanos, lo que le hacía suponer que su pareja había contado con la inestimable ayuda de sus muy tramposos amigos, rio cuando él la abrazo por la espalda y comenzó a repartir besos en su cuello, mientras le hacía cosquillas en su muy abultado vientre, a la vez, que llegaban a la habitación principal, Felipe dejo que fuera ella la que descubriera la habitación, al abrir la puerta se llevo una mano a la boca, mientras ahogaba un grito de sorpresa y de sus ojos volvían a salir lagrimas, él por su parte, solamente la observaba dentro de la habitación se encontraba las últimas de las sorpresas, Leti lo miro-Felipe...-dijo suspirando de felicidad, mientras se acercaba al centro de la habitación donde había una preciosa cuna de madera, de esas de estilo antiguo, con un dosel alrededor, su hombre la abrazo por detrás, mientras apoyaba su barbilla en el cuello de ella y aspiraba el perfume de su cabello. Letizia, giro el rostro y le acaricio la barba con la punta de su nariz, no pudo evitar sonreír, sonreír de felicidad, una felicidad que tras mucho tiempo, era del todo completa, dejo de mirar la cuna donde su pequeña descansaría feliz y echo un vistazo rápido por toda la habitación, tenía un gran armario, sonrió con falsa modestia- estará lleno de ropa de él-pensó para sí misma, mientras reía, Felipe la miro sin entender pero igual sonrió, le gustaba verla feliz, volvió a pasear su vista por la habitación y vio la gran cama, también adoselada como la cuna, era una cama enorme, miro a las mesitas y pudo ver en una de ellas la foto que ella tenía en su mesita de noche en el piso, era una foto, curiosa se la habían sacado antes de que ella se marchara, un día que jugaban en el parque, en ella, se veían como Felipe y ella intentaban colocar a Démian y a Leonor para que estuvieran quietos, pero fue imposible y los cuatro salieron en movimiento y con posturas bastantes divertidas, no era una foto perfecta, pero era natural y eso a ella le encantaba, durante esos seis meses separados se durmió muchas veces mirándola- así que tuviste ayuda para organizar tu sorpresa-le dijo a su pareja que estaba muy concentrado descubriendo cada rincón de su cuello, cosa que la estaba poniendo cada vez más nerviosa y excitada, él la miro y sonrió de medio lado-se convencer a la gente muy fácilmente- Letizia lo miro escéptica-sí, eso no lo dudo-dijo mientras suspiraba, ya que, Felipe le había mordido el lóbulo de su oreja, que era uno de sus puntos débiles.