Olvido

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Podría decir que te he olvidado, que tú imagen se ha ido con las flores marchitas que nunca me enviaste, podría decirte que ya no me pregunto de qué manera tomas el pocillo para beber tu café de la mañana ni cómo mueves tus labios y tu boca para saborearlo. Tampoco pienso en cómo moverás delicadamente tu cabeza ni hacia dónde dirigirás tu mirada cuando por suerte me recuerdes. No quiero saber ni si quiera quién eres después de mí ...

¿Quién será después de mí?

Podría decirte que te he olvidado, que ya no despierto pensando en ti, que ya no estás en mi lista de deseos incumplidos ni de mis sueños frustrados. Podría decirte que he olvidado como ríes, como se sienten tus caricias, como tu cuerpo se tensa cuando te pones nerviosa.

Puedo decirte incluso que olvidé como se sienten tus besos, y olvidé también la forma de tu cuerpo. He olvidado el color de tus ojos, el sabor de tu saliva y el aroma que brotaba de tu nuca. Podría decirte que no recuerdo ni si quiera cómo te llamaba cuando te amaba, como se sentía tu piel cuando la tocaba y como despertaba mi cuerpo ante tu presencia.

Podría decirte que olvidé el tono de tu voz, la forma de tus dedos, el color de tu piel y tu manera de amarme. Es más, podría decirte que he olvidado tu color favorito.

Que he dejado de amarte...

Podría decir todo eso, y el mundo no me creería.

Todas las ausencias que me habitaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora