Para bailar

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Que sí, deseo tu cuerpo,

Es innegable.

Sería arbitrario fingir que no enciendes mi piel y mis instintos más distantes a la razón. Me despiertas lasciva.

Sí, muero de ansias de recorrer tu cuerpo. Me consume el deseo de sentirlo tembloroso mientras tu corazón palpita en mi rodilla.

Me humedezco en las ganas de comenzar un ritual donde cada una de tus ranuras y rincones son completamente absorbidos por mi lengua y mis manos temblorosas.

Pierdo el juicio al imaginar tus pezones duros entre mis labios, mientras mis dedos acarician tus adentros y te rodean en un laberinto estrecho y sin salida.

Que sí, muero por descubrirte, completa.

Que mi cabeza explota mientras te imagino tumbada en la cama con tus piernas distantes una de la otra para que yo pueda saborear con desenfreno el secreto contenido de tu cuerpo...Como si en ese instante, el mundo fuese a terminar.

Tus sonidos en mis oídos te ponen al descubierto, tu voz entrecortada me agudiza los sentidos.

Lo acepto.

Anhelo el pronto roce entre tu cuerpo y el mío, mi sexo y tu sexo, para moverme en círculos al compás de tus palpitaciones en un roce que nos lleve al punto máximo y nos haga creer que nos amamos.

Todas las ausencias que me habitaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora