Singer. wolfstar

EPÍLOGO

Sirius's POV

Siempre supe que llegaría este día.

Regulus está a mi lado, o, mejor dicho, escondiéndose atrás de mi brazo como cuando eramos jóvenes.

—¿Toco? —Le pregunté, mirando a la puerta.

Cualquiera diría que teniendo 30 años no me daría miedo una puerta, pero estoy temblando mientras golpeo tres veces la madera oscura.

Kreacher abre, me sorprende que el maldito siga vivo pero ahí está: en su traje negro y con su calva arrugada, da asco mirarlo.

—Señores Black. —dice, parece extremadamente sorprendido, yo también lo estaría.

—Hola. —La voz de Regulus suena menos aterrada de lo que podría sonar la mía. —Queremos ver a Walburga.

No la llamaría mamá, yo sabia eso y lo entendía, porque yo tampoco lo haría.

Ella me tuvo a la edad de 16 años, pero nunca me resintió por arruinarle la vida, solo no supo ser una madre, la elección de padre para Reg y para mi tampoco ayudó a nuestra crianza.

Kreacher asintió y nos guío hacía la cocina, dónde Walburga se encontraba leyendo el diario de papel, como siempre había hecho, y tomando un té. Sigue la misma rutina desde hace años, puedo adivinar que el té es de menta y que el reloj marca las cinco y cinco porque a las cinco empieza a hacerse el té y tarda cinco minutos en sentarse a tomarlo.

—Walburga. —digo, Regulus está atrás mío.

Sus ojos me miran con la frialdad que me miraron toda mi vida, pero hay sorpresa en ellos.

—¿Ya te cansaste de jugar al famoso?

Negué con la cabeza y suspiré, no sé que esperaba de esto.

—Creo que no debería haber venido. —murmuro mirando a Regulus.

Walburga no es mala mujer, solo es mala madre.

Walburga realmente lo intentó, pero eso no justifica que sea una mierda.

Entiendo a Walburga, pero no puedo justificarla.

Regulus finalmente respira profundo y la mira.

—¿Sabés? Como persona, siento muchísima empatía por vos, pero ¿como hijo? siento muchisima rabia. —dice, su voz es dura y fría, tal como la familia Black nos enseñó a hablar. —Vinimos a darte una oportunidad y, como siempre, tu orgullo puede más que tus hijos, no esperes vernos de nuevo.

Toma mi brazo y me obliga a salir, mi mente está nublada y siento muchísimas ganas de abrazar a Regulus, entonces lo hago. A penas ponemos un pie fuera de la casa, lo abrazo.

—Te amo muchísimo Reggie, y vos no vas a ser como ella.

El motivo inicial por el cuál vinimos fue Regulus.

—Gracias, Siri, gracias por todo.

Va a adoptar a un nene con James, pero le aterra ser como Walburga.

—Siempre voy a estar para vos, hermanito.

A si que vinimos para convencerlo que él es mejor.

—No habría sobrevivido sin vos.

Porque lo es.

—Siempre te voy a cuidar.

Viajamos en silencio, callados y con música de fondo, el insistió en poner Family Line incluso cuando detesto escuchar mis propias canciones.

Lo dejo en su casa con James y manejo directo a mi hogar dulce hogar. Abro la puerta y sé que Remus todavía no llegó pues fue al funeral de su padre, no quiso que vaya, se negó a que lo acompañe. A si que me queda esperarlo acá.