Han pasado tres años desde que Anlieese ganó los 72 Jueos del Hambre. Tres años desde que se vio obligada a matar a su mejor amigo Rupert en la arena, y desde que la habían coronado vencedora del Distrito 9. Ahora no le queda nadie, y para aliviar s...
Era de noche ya cuando estábamos viendo los resultados en la pantalla. Me acomodé en el sofá, con una copa de vino en la mano. Normalmente, Raldo me mantenía lejos de la bebida, pero había hecho una excepción aquella noche.
Nos sentámos juntos mientras Cesar Flickerman iba anunciando los puntos poco a poco. Como de costumbre, los tributos de los distritos profesionales obtuvieron las puntuaciones más altas. Entre ellos el mejor había sido Finnick Odair, cosa que me aliviaba bastante, teniendo en cuenta que los tributos del Distrito 1 y Distrito 2 no eran parte de la alianza y no tendrían dudas al intentar matarme.
—¡Y ahora vamos con el Distrito 9! —anunció Cesar, mirando en sus papeles—. El tributo masculino, Matt Miller, ha recibido una puntuación de... dos puntos.
Tanto Raldo como yo miramos a Matt, pero él no parecía estar dándose cuenta de lo que estaba pasando. Tenía la mirada perdida en el suelo.
—Y el tributo femenino del Distrito 9, Anlieese Clark, ha recibido una puntuación de... seis.
Me encogí de hombros. No estaba mal. Era la mitad de los puntos que se podían conseguir.
—Tu último año tuviste un nueve. —dijo Raldo.
—¿Acaso importa?
—¿Qué has hecho?
—Nada especial. Repito, ¿acaso importa?
—No. En realidad no.
Siguieron diciendo los puntos. Llegaron al Distrito 12. Ambos, tanto Peeta como Katniss, habían conseguido 12 puntos. Podía imaginar que en ese momento, Johanna estaría quejándose en frente de la pantalla.
—¿Se puede saber que hacen estos dos para ser siempre el centro de atención? —dije. No obtuve respuesta por parte de nadie.
...
—¿Qué tal te encuentras?
Estaba con mi quipo de preparación. Me estaban haciendo los últimos arreglos antes de ir a mi última entrevista. Mientras Promisio y el resto me alisaban el vestido, mi estilista Vidia miraba desde el fondo.
Iba a echarla de menos, de eso estaba segura.
Como siempre, llevaba un vestido dorado. Era el color que más se podía asociar a mi distrito, y aunque eso no era tan importante en las entrevistas como lo era en el desfile, a Vidia le gustaba mantenerlo un poco.
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Luego me llevaron a una fila, donde Vidia me dijo sus últimas palabras antes de ir a buscar su sitio en el público:
—Ha sido un placer conocerte.
Luego se marchó. Mi escolta Scott me llevo a que me preparara. Algunos tributos ya estaban empezando a salir: los hermanos del Distrito 1. Por una curiosa razón, habían decidido salir juntos. Los vi hablar, y una vez mas me fijé en lo lavado que tenía el cerebro la gente de los distritos como el 1. O quizás Cashmere y Gloss eran muy buenos actores.
