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La luz de la mañana se cuela por la ventana, iluminando la acogedora cocina del Hotel Hazbin. Alastor, con su usual sonrisa radiante, revuelve unos huevos en la sartén mientras tararea una melodía alegre. Charlie, sentada en la mesa con una venda alrededor de su estómago, lo observa con una mezcla de ternura y preocupación.

Alastor: Cantando- ¡Huevos y tocino, para un buen comienzo! ¡Panqueques esponjosos, para un dulce tormento!

Charlie: -Sonríe-

Alastor: -Sirve dos platos- ¡A comer, mi querida princesa! No hay nada como un buen desayuno para levantar el ánimo.

Charlie: -Suspira- Alastor, yo...

Alastor: -Coloca un plato frente a ella- Lo sé, lo sé. Te gustaría ayudar, pero no puedo permitir que te esfuerces demasiado. Tu herida aún necesita tiempo para sanar.

Charlie: -Baja la mirada- Pero... me siento inútil. Soy de la realeza por lo que mis heridas sanan más rápido que un pecador normal. Antes de perder la memoria, dirigíamos el hotel juntos. Era tan gratificante ver a los demás progresar en su camino a la redención.

Alastor: -Se sienta a su lado- Y lo seguiremos haciendo, Charlie. Pero ahora mismo, lo más importante eres tú. Tu salud, tu bienestar. No te preocupes por el hotel, por ahora está en buenas manos. Angel Dust, a pesar de sus... peculiaridades, está demostrando ser un administrador capaz. Y Husk, con su experiencia y sarcasmo, mantiene a todos en línea.

Charlie: -Lo mira con esperanza- ¿Lo crees de verdad?

Alastor: -Le toma la mano- Lo sé. Tenemos un gran equipo, y todos estamos aquí para apoyarte. Además, no olvides que soy Alastor, el demonio de la radio. ¡Puedo hacer que este hotel funcione incluso con los ojos cerrados!

Charlie: Me preocupa que Angel se esté tomando demasiadas libertades en mi ausencia. Y no me parece justo que él y Husk sean los únicos que tomen decisiones importantes siendo ellos los principales huéspedes del hotel.

Alastor: -La mira con comprensión- Entiendo tu preocupación, Charlie. Pero recuerda que Angel, a pesar de sus travesuras, tiene un buen corazón. Y Husk, a su manera, se preocupa por el hotel. Ambos están haciendo lo mejor que pueden para mantener las cosas en marcha mientras tú te recuperas. Además, si hacen algo mal, te juro que aprenderán la lección...

Charlie: -Levanta la mirada- ¿Y qué puedo hacer yo? ¡Quiero ayudarles! Pero me siento tan... impotente.

Alastor: -Sonríe- No estás impotente, Charlie. Eres la princesa del Infierno, la creadora de este hotel y la inspiración para muchos. Tu presencia, incluso desde la cama, es una fuerza motivadora para todos. Y cuando estés completamente recuperada, podrás volver a tomar las riendas con aún más fuerza y determinación.

Charlie: -Sonríe tímidamente- Gracias... Alastor. -vuelve a agachar la mirada-

Alastor: -La mira con picardía- Ah, mi querida princesa, siempre tan preocupada por sus deberes. ¿Qué te parece si encontramos una forma de que ayudes sin esforzarte demasiado? -piensa-

Charlie: -Piensa- ¡Tengo una idea!

Alastor: -La mira- Entonces cuéntame querida -sonríe-


***


Angel: Husk -ordenando unos papeles-

Husk: ¿Si? -preguntó quitándose unos lentes-

Angel: ¿Qué chingados es ética? -preguntó tratando de leer un papel con palabras confusas-

Matrimonio Arreglado -CHARLASTOR- TEMPORADA 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora