02

7 2 0
                                    

La brisa fría me recibió al salir de mi auto, enfrente de mi estaba la famosa pastelería de mi pequeño hermano Felix, este lugar era bastante popular en el pueblo así que preferí venir cuando aún no estuviera abierto, por dentro solo se veían las ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La brisa fría me recibió al salir de mi auto, enfrente de mi estaba la famosa pastelería de mi pequeño hermano Felix, este lugar era bastante popular en el pueblo así que preferí venir cuando aún no estuviera abierto, por dentro solo se veían las mesas solitarias y un enorme letrero de CERRADO se leía en la puerta, aún así me animé a tocar.
Sabía que Felix se encontraba adentro, después unos minutos mire como el rubio salía limpiándose las manos con un trapo al verme parado afuera corrió por las llaves del local y fue directo a la puerta para abrir.

— ¡Sorpresa! — hablé y fui recibido por los cálidos brazos de mi hermano, sabía que me había extrañado. Había sido seis meses realmente duros.

— ¡LEE MINHO NO VUELVAS A DESPARECER! — su voz entrecortada me hizo saber que estaba llorando, siempre había sido el más sentimental.

— Solo fueron seis meses, no fue tanto

— Seis meses en los que no supe nada de ti, pensé lo peor maldito, no lo vuelvas a hacer

— Ya, está bien. No voy a desaparecer por tanto tiempo — guarde silencio unos minutos, permitiendo que Felix me abrazara — Dime ¿Cómo estás? ¿Cómo están todos? ¿Va bien el negocio?

Se separó de mi para poder mirarme, sus ojos estaban rojos debido al reciente llanto.

— Tonto, todos hemos estado bien. Extrañando al raro del grupo— sonreí

— Me alegra saberlo

— ¿En dónde habías estado? ¿Te quedaras?

— Recuerdas la cabaña que me había gustado, la que dije compraría para...— guarde silencio, siendo incapaz de decir su nombre en voz alta, aún dolía recordarlo — La compré, he estado ahí todo este tiempo, quise alejarme para intentar sanar un poco

— ¿Aún lo extrañas verdad?

— Más cada día, pero supongo que este dolor irá desapareciendo

— Minho, sabes que todos estamos aquí para ti.

— Eso lo se, pero... No podía estar aquí, cada lugar que miraba, cada persona que se me atravesaba en mi camino solo hacia que doliera más, no podía seguir aquí

— Está bien, solo no estés incomunicado hablame al menos una vez a la semana ¿entendido?

— Que controlador — Félix me observo frunciendo el ceño y cruanzando los brazos— Está bien, lo haré

Después de unas cuantas palabras más mi hermano me abrazo y me despidió, salí de su negocio con un agradable sentimiento en mi pecho. Esperaba poder volver a vernos pronto y también quería ver a los demás chicos.

Después de hacer las compras necesarias conduje de regreso a mi hogar, debía conducir hasta adentrarme al bosque, la carretera en esta época del año era bastante peligrosa debido a las fuertes nevadas así que conducía con precaución para evitar cualquier accidente, procuraba mirar atentamente el camino para poder frenar si un animal se cruzaba en mi camino.

amnesia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora