ninguno de los dos imaginaba como su vida iba a cambiar al encontrarse, Lee Minho un humilde hombre que vivía en las profundidades del bosque alejado de todo y de todos, "Ángel" como lo había llamado, es un joven que no recuerda absolutamente nada d...
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Cuando volvió a abrir los ojos se dió cuenta de que el sol se había ocultado completamente, la luz de la luna ahora iluminaba la silenciosa habitación, se levantó con algo de dificultad. Tuvo que acostumbrarse a la poca iluminación que había en el lugar y con mucho cuidado salió de la habitación para buscar a Felix pero no lo logro, quizás había salido.
Su cabeza aún dolía pero ahora el dolor era soportable, busco una botella de agua y fue nuevamente a la habitación por sus medicamentos. Había olvidado tomarlos durante el día, había dormido tanto.
La puerta principal fue abierta indicando que Felix había regresado a casa, Ángel salió para recibirlo.
El rubio sonrió al verlo, después de que lo dejó durmiendo decidió ir a la pastelería pero durante el día había estado muy preocupado por la salud del joven, había planeado cerrar antes su local pero para su mala suerte aquel dia habia sido de mucho trabajo asi que no lo pudo hacer, se quedó ansioso por no saber como se encontraba su huésped.
— Hola ¿como te sientes? ¿estás mejor? — pregunto, la preocupación era notable en su rostro
— Si, ya me siento mejor. Acabo de tomar los medicamentos, la verdad aún tengo dolor de cabeza pero ya es menos.
— Eso es bueno — hablo aliviado — Ven vamos a comer, traje la cena — levantó unas bolsas para después caminar a la cocina seguido del chico.
Ayudó a poner los platos y cubiertos sobre la mesa de la cocina y estaba por poner un tercero cuando el rubio lo detuvo.
— Minho no vendrá hoy — aquello lo entristeció un poco, normalmente el mayor de los hermanos los acompañaba a cenar, compartían una agradable cena entré los tres, Ángel se sentía a gusto en esos momentos, ambos hermanos le trasmitían tanta paz y alegría.
Pudo notar algo de tristeza en la mirada del rubio, parecía agotado también. Temía que la falta de la presencia de Minho fuera por su culpa
— ¿Fue por mi? ¿Mi incidente de la mañana lo molesto?
— Oh no bonito, nada de eso — Felix dudo de decirle la verdad, al ver su expresión triste decidió contarle un poco — Más bien fue mi culpa, mencioné algo que no debí y se molestó un poco, pero no debes preocuparte. Solemos tener estás peleas constantemente así que pronto se le pasará
— ¿Como estas tú? Te ves decaído ¿Estarán bien? — Felix trato de sonreír, la verdad no quería preocupar al chico, ya había pasado por mucho durante la mañana
— Estoy bien, como dije solemos pelear con bastante frecuencia, eso pasa con los hermanos. No debes preocuparte, estaremos bien.
— Bien
— Ahora cenemos, o la comida se va a enfriar.
«Eso pasa con los hermanos»
Aquella frase se había quedado grabada en su cabeza, se preguntaba si el tenía hermanos, si tenía familia. Si quizás alguien lo estuviera buscando¿Estarían bien? O quizás, estaba solo y no había nadie buscándolo, preocupado por él. Una sensación de soledad comenzó a llenarlo, una tristeza y un vacío en su pecho no lo dejaron tranquilo por las siguientes horas.
