ninguno de los dos imaginaba como su vida iba a cambiar al encontrarse, Lee Minho un humilde hombre que vivía en las profundidades del bosque alejado de todo y de todos, "Ángel" como lo había llamado, es un joven que no recuerda absolutamente nada d...
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Amnesia
Mi mente quedó en blanco al escuchar aquella palabra, no podía recordar nada de mi vida por qué tenía amnesia aún no sabían si era algo temporal o si podría ser permanente todo dependía de mi pero ¿sería capaz de recordar algo? Sentía un nudo en mi garganta que me impedía tragar con normalidad, las lágrimas en cualquier momento amenazaban con salir
— El golpe en la cabeza fue bastante fuerte, perdiste mucha sangre pero afortunadamente llegaste a tiempo. Necesitarás algo de terapia para poder mover con normalidad la pierna, la bala daño algunos nervios y necesitan regenerarse. Tendrás algo de cojera por algunos meses. Pudimos controlar la hipotermia pero tus pulmones quedaron sensibles, necesitás tener cuidado y no resfiarte o podría ser riesgoso — trató de poner atención a las palabras que decía el Doctor pero simplemente su cabeza no lograba hacerlo, se encontraba en una especie de trance, una mano se poso sobre su hombro, miro hacia arriba y se encontró con Minho que a diferencia de él prestaba suma atención a las palabras que decía.
— ¿hay algún tratamiento para la amnesia? — pregunto el mayor
— No como tal, se necesita algo de terapia en la cual se intentará indagar en los pocos recuerdos que tenga, dependerá de tí solamente, pero debes ir poco a poco — hablo el doctor dirigiéndose a mi — asentí.
— Bien, eso es todo. Tú recuperación va muy bien y eso es alentador así que dentro de unos días cuando tú presión se estabilice podremos darte de alta — sonrió y sin más salió de la habitación, Minho salió detrás de él y cerraron la puerta dejándome en completo silencio.
Estaba tan asustado, el no saber quién era me mantenía asustado y ahora el saber qué dejaría la hospital me tenía aun más aterrado ¿a donde iría? ¿tenía dinero al menos? No sabía nada, menos si podía pagar un hospedaje.
— Hey — la puerta de la habitación fue abierta y Minho ingreso, en sus manos traía una bandeja con comida — Soborne a la enfermera para que me dejara traerla yo — sonrió — Además me hizo prometer que te comerías todo.
Colocó la bandeja en la pequeña mesa que acercó a mi, sonreí enternecida por las acciones de Minho, la comida no era la mejor pero mi estómago lo agradecía.
— Christopher me dio el contacto de una psicóloga, puedes visitarla cuando te sientas listo.
— Está bien, gracias.
Ambos guardamos silencio por unos instantes, yo me perdí un poco en mis pensamientos. El doctor había dicho que en unos días podrían darme la alta e irme de aquí pero esa idea me asustaba, no sabía que sería de mi
— No debes preocuparte — hablo sorpresivamente Minho, lo miré sin saber a qué se refería — ¿Estás preocupado no es así? Por donde te quedarás ¿verdad? — mi boca se entreabrió debido a la sorpresa, aquello hizo sonreír al mayor.
