Ninguna de las dos quiso tener algo serio, ya que era algo obvio que al entrar a la Universidad conoceríamos a mucha gente, tendríamos muchas chicas que podrían convertirse en próximas pretendientes.
Blake entró a estudiar Odontología, y yo Enfermería en distintas Universidades, ambas teníamos intereses en el área de la salud.
Se me hizo un tanto difícil hacer amigos, mi grupo era pequeño. Eran tres chicos y una chica. Louis, Greg, Ben y Rachel. Louis era un chico de piel morena, ojos café que combinaban perfectamente con el color de su cabello y de una estatura mediana. Greg tenía el cabello rubio y largo, le llegaba hasta el final de su cuello, sus ojos eran intensamente azules, y su piel era un tanto blanca. Tenía un estilo un tanto rockero, se parecía un poco a Kurt Cobain. Ben era un chico alto, de cabello castaño y ojos azules, era realmente atractivo, bastaron solamente cinco días para que las chicas estuvieran tras él. Rachel era increíblemente alta, su largo cabello negro contrastaba inteligentemente con su piel pálida y sus ojos verdes. Por casualidad de la vida nos gustaba la misma música, aspecto que fue fácil de usar para empezar una conversación.
Fue un tanto raro, ¿Saben? Me bastaron simplemente un par de semanas para darme cuenta que no me interesaba ninguna otra chica que Blake, me sorprendió a mí misma, de verdad pensé que habrían infinitas chicas lindas las cuales me llamarían la atención, y Blake sería nada más que historia, pero no fue así. Tal vez el destino puso a Blake en mi camino por alguna razón.
Al pasar un mes, invité a salir a Blake, la cual respondió positivamente sin dudar un segundo.
Fuimos a un pub, llamado '' Queens and Kings'', era un bar gay. Quedamos de juntarnos en la entrada de éste.
Ella llegó primero que yo, y lucía preciosa, llevaba un vestido ajustado color negro, y tacones verde agua, que hacían mucho contraste. Su cabello lo había alisado, Blake siempre se arreglaba sin importar la ocasión. Yo en cambio, vestía unos pantalones ajustados negros, tacones de color azul, y una blusa del mismo color, y sí, mi cabello ya estaba de otro color, esa vez, estaba morado oscuro. Entramos al bar, y había mucha gente, pero no excesivamente lleno.
Muchos chicos y chicas estaban en la pista de baile moviéndose al ritmo de mucha música pop y electrónica, como Britney, Gaga, Madonna, etc. Junto a Blake nos bebimos unos shots de vodka, y partimos a bailar. Ella se movía de una forma coqueta, sexy, pero mantenía su lado clásico. Su sonrisa era la única luz que hacía falta para iluminar todo el lugar. Su dentadura era perfecta, ella era perfecta.
Estábamos ya en nuestra sexta canción, y ella se fue acercando muy lentamente sin quitar su vista de mí. Me tomó por la cadera con su mano izquierda, y su mano derecha la tenía ocupada dándole pequeños masajes a mi cabello. Ella olía muy bien, era un perfume muy dulce, lo que me hacía desearla aún más. Pasó su pulgar por mi mejilla, luego por mis labios, me miró a los ojos y sonrió, su hermosa sonrisa. Se acercó lentamente a mí y me besó. Nada más importaba, solo nosotras dos, no tomé en cuenta la música, ni la gente ebria bailando alrededor de nosotras, para mí, éramos las dos solas estando juntas. Fue un beso que partió lento, pero luego se fue acelerando. Terminó de besarme y me miró a los ojos, nuestro calor corporal nos hacía respirar muy fuertemente.
Ella interrumpió el silencio, y me susurró al oído una pregunta, la cual era una invitación a su departamento, ya que sus padres estaban fuera de la ciudad, dijo que quería que bebiéramos algo en su departamento, pero yo sabía que no quería beber tan solo unos tragos.
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Hasta que mi madre apareció
Short StoryBlake me dio los seis mejores años de mi vida, creo que nunca había estado tan feliz. Ella me entendía, me quería, es más, me amaba, y yo la amaba a ella. Nuestra relación era parecida a las que se ven en las películas, era perfecta ... pero, todos...