Sexto.-

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En nuestro cuarto aniversario, Blake me contó que les había dicho a sus padres sobre su orientación, lo cual me tomó por sorpresa. Me contó toda la historia con lujo detalle.

Fue un día domingo, sus padres habían ido al supermercado, su hermano pequeño jugaba videojuegos en su habitación, y Blake preparaba el discurso para cuando sus padres volvieran. Se miró al espejo y repitió las palabras unas veinte veces, no quería que nada se le saliera de control. Estaba en el ensayo número veinte, cuando la puerta del departamento sonó, eran sus padres que habían llegado.

Ella bajó las escaleras, y les dijo que tenía que contarles algo. Sus padres pensaron que estaba embarazada, o que había reprobado alguna asignatura en la Universidad, a lo que ella negó ambas. Sentó a sus padres en el sillón del living y comenzó el discurso.

Mamá, papá. Creo que no hay forma suave de decir esto, he estado pensando en alguna manera de explicarles todo esto muy suavemente, pero la verdad es que tan solo lo diré. Mamá, papá... soy lesbiana, me gustan las chicas, siempre me han gustado, me di cuenta de esto en mi cumpleaños número diecisiete, cuando Fred me besó, y me dio un poco de... asco. No, no quiero que piensen que esto es una simple fase, porque no lo es, esto es quién soy.

Sus padres se mantuvieron en silencio, emitiendo nada más que miradas entre ellos, me explicó Blake.

La primera que decidió hablar, fue su madre.

Blake, hija, la verdad no sé por qué no nos dijiste esto antes. Tú sabes que nuestra amiga Carol es... lesbiana, y a nosotros no nos molesta. Y tú... eres nuestra hija, tienes nuestra sangre, es imposible no quererte y amarte, y el amor es eso, aceptarse entre sí.

Esas simples palabras hicieron que Blake exhalara todo el aire que tenía acumulado por el nerviosismo. Su madre la abrazó, y luego su padre se levantó del sillón y comenzó a hablar.

Primero que todo, ¿Tienes novia? Porque creo que deber haber alguna razón del por qué esperaste tanto tiempo en decirnos esto. Mira Blake, somos tus padres, y si a ti te gustan las chicas, está bien, eso no cambiará nuestro cariño hacia ti.

Blake abrazó a ambos, y los tres lloraban.

Ahí, ella les contó sobre mí, sobre nuestra relación, y todo el asunto.

La verdad me sentí muy feliz por Blake, ahora podía vivir libremente, no tendría que estar a escondidas con sus padres, podría decir ''Saldré con Lena'' en vez de ''Iré de compras'' como solía decir. Sí, me sentí feliz, pero el simple hecho que ambos de sus padres la aceptaron como es, me recordó que mi madre con suerte me mira sin provocar una reacción de disgusto.

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Hasta que mi madre aparecióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora