Octavo.-

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Pasaron las semanas, y la relación entre Blake y yo estaba un tanto mejor, hablábamos más civilizadamente, y salíamos a citas de vez en cuando.

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Una tarde estaba en una de mis últimas clases, ya que en mi último año de Universidad, los horarios de mis clases eran un tanto desordenados, cuando recibí una llamada de Blake. Salí del aula para contestar la llamada, y Blake me preguntó que dónde estaba, que me estaba esperando hace diez minutos. No entendí a qué se refería, le dije que estaba en clases, y que saldría en una hora. Ella me respondió que yo le había enviado un mensaje la tarde anterior, avisándole que nos íbamos a juntar, simplemente para pasar el rato. Me descolocó un tanto ese comentario, ya que yo nunca le envié ningún mensaje, le pregunté nuevamente que a qué se refería, cuando la llamada se cortó.

Volví a llamar, y Blake contestó rápidamente, lo único que escuché eran gritos, gritos de ella, le gritaba y gritaba preguntándole que donde estaba, pero al parecer, había tirado su teléfono, no me estaba respondiendo.

Entré a la sala de clases, tomé mi mochila y fui directo hacia su departamento, no sabía qué hacer, no tenía idea de dónde estaba Blake, revisé los mensajes y no había absolutamente nada, nunca le envié nada a Blake, estaba demasiado confundida. Sus padres estaban fuera de la ciudad, por lo que no quise llamarlos y asustarlos.

Mientras conduje a su departamento, llamé a Emergencias, les conté que mi novia me había llamado por teléfono, y lo único que había escuchado eran gritos, gritos que parecían de tortura. Me pidieron el número telefónico de Blake, ya que podían rastrearlo y saber su ubicación. Colgué la llamada, y pedía al cielo que encontraran su ubicación lo más rápido posible.

Intenté llamar nuevamente al teléfono de Blake, pero nada ocurrió, simplemente sonaba.

Los segundos en estas situaciones eran esenciales, en un segundo puedes matar a una persona, y en un segundo puedes salvarla. Apreté el acelerador a fondo, tratando de llegar lo más rápido posible a su departamento.

Llegué al departamento de Blake, el cual estaba en el piso veinte, subí a su habitación lo más rápido posible, en busca de algo, alguna pista, cualquier cosa que me ayudara a encontrarla, no sabía que más hacer, ya había llamado a Emergencias, y ellos aún no me llamaban de vuelta.

Traté de abrir la puerta de su habitación, pero estaba atascada con algo, empujé fuerte, hasta que la pude abrir. Lo que estaba junto a la puerta, era el cuerpo de Blake, estaba toda la alfombra cubierta en sangre. Levanté la mirada, y estaba la ventana abierta. En el sillón ubicado al lado de la ventana, estaba mi madre, con un cuchillo ensangrentado en sus manos.


Hasta que mi madre aparecióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora