Séptimo.-

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Cuando ya llevábamos tres años, con Blake estábamos teniendo muchos problemas, casi todos los días teníamos discusiones por el teléfono, y cuando nos veíamos, era simplemente para hablar en persona nuestros problemas.

Era un cansancio tener que discutir con la persona que amas todos los días, y eran discusiones estúpidas, como '' ¿Por qué no me llamaste anoche?'' o, '' ¿Por qué no me llamas como lo hacías antes?'' Hay veces que las cosas más estúpidas arruinan una situación demasiado significante.

Recuerdo que un día nos vimos en un parque de la ciudad, ya que hace una semana que no hablábamos, y teníamos que solucionar lo que sea que estábamos sintiendo. Esa tarde discutimos tan fuerte que llegué a mi casa llorando.

Abrí la puerta de mi casa, y vi a mis padres en el sillón del living, viendo televisión, ellos se sorprendieron al verme llorar, por lo que rápidamente fui a mi habitación y cerré mi puerta.

No pasaron ni dos minutos cuando ambos estaban golpeando mi puerta, preguntándose qué me había pasado. Al no recibir ninguna respuesta por parte de mí, entraron y se sentaron en los pies de la cama. Mi padre preguntó si todo estaba bien con Blake, a lo que yo dije que estábamos teniendo unos problemas. Mi madre al escuchar el nombre de Blake dejó la habitación, tan solo mi padre se quedó ahí para escucharme.

Es normal, todas las parejas tienen problemas, y al solucionarlos, la relación se hace más fuerte, ya que demuestra que pueden trabajar juntos para resolver algo que los está molestando, pero el problema era que no estábamos llegando a ningún lado.

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Hasta que mi madre aparecióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora