Corazones Perdidos - Negan TWD

capítulo 19

—Poco antes de conocer a Bella entré en contacto por radio con una comunidad, que no conozco, ni sé exactamente dónde está—comenzó a hablar el acusado—Las pocas veces que hablé me contactaba con una mujer que decía llamarse Samantha—.
Ese era el nombre de mi mejor amiga, o la que en algún momento lo fue. No podría ser ella, ¿O sí? Deja de pensar estupideces Bella. Sería demasiada coincidencia. Y nadie usaría su nombre real para hablar con un extraño.
—Promete ser una gran comunidad con un orden establecido, similar al viejo mundo. Estaban reclutando personas para unirse a ellos, con un proceso de selección muy riguroso —.

—¿Qué información les diste? —creí que era suficiente por el momento para interrumpir su discurso. Rick, Daryl, Aaron, Gabriel y Michonne, al igual que yo, rodeaban a Thomas quien estaba sentado en la primera fila de bancas de la iglesia, dejando caer sus brazos sobre ambas piernas. Negan también estaba presente, pero más apartado de nosotros. Ya habíamos esclarecido la situación ocurrida frente a la enfermería y supieron comprenderlo, aunque reprobaron la actitud de Negan.

—Jamás las mencioné a ustedes, Bella —alzó su rostro y buscó con sus ojos suplicantes los míos—Ni a esta comunidad. Jamás pondría a Susie en peligro —se escuchaba tan genuina y sincera su confesión, que casi podía convencerme—Necesitaba asegurarme que sería un lugar seguro para mi hija. Yo solo...—hizo una pausa antes de continuar—No quería ilusionarla —confesó.

—Entiendo que no se lo hayas querido decir a Susie, pero ¿Por qué ocultármelo a mi? —No iba a detenerme hasta que responda todas mis preguntas.

—Por la misma razón que tú nunca me hablaste de esta comunidad —.

Eso tenía sentido. Todo el tiempo que pasamos juntos estuvimos ocultándonos cosas importantes el uno al otro. Tal vez no fue el tiempo suficiente como para generar confianza mutua. Pero después de lo sucedido, no podría hacerlo nunca. 

—Ninguno de los dos confía en el otro —aseveré—Y nunca lo haremos —concluí para retirarme de la escena.

—¡Bella espera por favor! —se levantó con intención de ir a buscarme pero Daryl lo detuvo.

—Quieto —aseveró apuntándolo con su ballesta. 

 Salí al frente de la iglesia y me senté en el cordón de la vereda, exhalando todo el aire contenido. No tenía nada más para decir. Parecía que los sentimientos que había comenzado a despertar por Thomas, se desvanecieron en un segundo. En ese momento comencé a pensar en Susie, no sabía qué sería lo mejor para ella, solo solo sabía una cosa, no podía estar apartada de su padre.

Al cabo de un tiempo, una figura masculina aparece a mi lado.

 —¿Puedo? —la voz de Negan tuvo un efecto tranquilizante en mi interior. Suspiré, para luego asentir con la cabeza. El imitó mi postura sentándose a mi lado. Nos quedamos en silencio por un momento. Su sola compañía a mi me traía una sensación de completud. Era increíble. 

—Me disculpo por no haberte creído —me sinceré volteando mi cabeza hacia la derecha para buscar contacto visual, el cual correspondió de inmediato.

—Descuida, no soy conocido por ser confiable —Sonreí. Eso hacia él, me hacía sonreír, algo que no ocurría muy a menudo.

—Quiero confiar en ti —solté. 

—Creo que no hay mucho que pueda hacer para que eso suceda Bella, depende de ti. Quiero decir, yo solo estoy tratando de hacer las cosas bien —se sinceró. Y tenía razón. Y me gustó escuchar eso. Sonreí asintiendo con la cabeza. 

—Iré a ver a Susie —Me levanté y Negan hizo lo mismo—Nos vemos luego —me despedí con media sonrisa en mi rostro antes de dar la vuelta e ir hacia la enfermería. El no dijo nada, solo me observaba, no podía descifrarlo. 

—Bella yo...—Me di vuelta hacia él nuevamente. 

—¿Si? —pregunté amablemente, invitándolo a que se anime a decirme lo que sea que quisiera decir. 

Suspiró.

—Olvídalo —Y se marchó. Me quedé observándolo, su caminar, con las manos en los bolsillos. Demonios hasta de espaldas era tan atractivo. 

.

Al día siguiente, me desperté en mi dormitorio. Ya no estaba con Susie ni con Thomas. Ni siquiera sabía qué había ocurrido con ellos. Ayer no estaba preparada para enfrentarme con lo que sea que decidieran hacer, ni quería opinar al respecto con el enojo que me recorría por dentro, no sería neutral. Bajé las escaleras, y me topé con Aaron que estaba justo por salir. 

—Oh, Bella, buenos días —se detuvo en frente de la puerta.

—Buenos días Aaron —contesté dibujando una leve sonrisa.

—Am, no se si quieres saber... —No lo dejé terminar e interrumpí—Puedes decirme Aaron —.

—Se quedarán bajo custodia. No podemos dejarlos ir con toda la información que tienen sobre Alexandría —soltó—Tenemos la radio en nuestro poder, trataremos de usarla a nuestro favor para averiguar más sobre esa comunidad —. Sonaba razonable.

—Esta bien, gracias Aaron —Sentía una gran culpa por haberlos metido en esto. 

—Descuida Bella —Se retiró finalmente. Yo me quedé pensativa, reposando mi cuerpo sobre el marco de la puerta.

Mi estómago crujió, recordándome que no había ingerido alimento alguno hace más de un día. Cuando estaba por encaminarme a la cocina, vi a Daryl caminando en mi dirección, y una sonrisa se formó en mi rostro automáticamente. Una vez que llegó al frente del porsche, bajé las escaleras para estar más cerca. 

—Hey —.

—Hey —respondió de la misma manera, lo que me hizo soltar una pequeña risita —Supongo que ya te enteraste —.

 —Sí —asentí apenada—Daryl yo... Lo siento tanto —Mis ojos suplicantes comenzaban a empañarse.

 —Esta bien Bella, no tienes que disculparte —.

—Yo solo... quería salvar a Susie —el llanto contenido finalmente cedió. Daryl me abrazó, sus brazos parecían un dique conteniendo un mar de lágrimas—No pensé que esto terminaría así, Daryl lo lamento —pude decir entre sollozos. Las caricias de Daryl en mi espalda lograban relajarme poco a poco. 

—Todo estará bien, tranquila —suspiré profundamente, y me separé de él, tratando de secar mis lágrimas—Yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar. No puedes culparte, nadie puede hacerlo —Y esas palabras parecieron mágicas. Fueron suficientes para que mi mente se quede tranquila. 

—Gracias Daryl —me sinceré, levantando la mirada. Me apenaba que me viera así con los ojos enrojecidos, no me gustaba que me vieran llorar. Pero con él me sentí con total confianza y no tuve que reprimirlo. 

—Eres hermosa cuando lloras —.

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Uuuff...

Bueno aquí va otro capítulo de Corazones Perdidos!

Quiero agradecer primero que nada por su apoyo, es hermoso ver que hay alguien leyendo y que le gusta lo que escribo <3

Un gran abrazo para ti que estas leyendo esto, te leo en los comentarios ♥

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Con cariño, 

J.I.M