Only One | Larry Stylinson

Capítulo 5

ONLY ONE

Había una sonrisa grande en el rostro de Louis, sus ojos estaban brillantes y había un ligero balanceo inusual en sus pasos.

Harry suspiró. Le iban a pagar por proteger a ese chico, no para ser su niñera. Pero si quería mantener su buena paga, debía seguir a Louis con cuidado y en silencio desde atrás.

El joven ojiazul entró en su vivienda y siguió de largo hasta la cocina donde se escuchaban algunos parloteos, Harry también siguió avanzando.

Él entró a la cocina donde pudo ver a Zayn y Deliyah, el primero estaba revisando su teléfono y la última limpiaba una mancha invisible del frente de la enorme nevera. Deliyah le sonrió al instante, Zayn sólo levantó la mirada.

Pero Louis le sonrió grande a su esposo, así que Zayn lo hizo también. Y Louis se acercó, así que Zayn abrió los brazos para él. Harry se quedó de pie al lado de la puerta observando cómo el matrimonio se abrazaba mimosamente y cuando Zayn le dedicó una mirada por encima del hombro del joven, hizo una pequeña reverencia con la cabeza con respeto, recibiendo un asentimiento de parte de su jefe después.

—¿Hiciste muchas compras? —preguntó el pelinegro alejándose un poco de Louis para sacarle las gafas de los ojos y observar mejor su rostro por completo. Él le acarició las mejillas e hizo vista gorda a sus cansados fanales azules.

El joven ojiazul solo le sonrió.

—Algunas cuantas. Te compré una camisa, seguro te gustará mucho.

—Gracias —Zayn sonrió.

Después el pelinegro llevó su vista hasta Harry por segunda vez.

—¿Qué tal el trabajo, Styles? ¿Es de tu agrado?

—En absoluto, señor. —respondió simple y claro, asintiendo.

Zayn volvió a observar a Louis—. ¿Te agrada la compañía de Styles? —le preguntó.

Louis se dio un poco la vuelta y observó al rizado, quien se mantenía quieto sin hacer algún gesto. Sonrió de pronto, llevando sus ojos de vuelta a Zayn para asentir. —Claro que sí. Sabe sobre mi alergia a los arándanos, ¿puedes creerlo? Me hace sentir bastante seguro.

—Me alegra escuchar eso, me gustaría que se quede contigo estos días que no estaré. —él dijo sin más.

Louis frunció el ceño, las bolsas que cargaba en sus manos molestándole un poco por lo que decidió dejarlas en el suelo, al contrario de Harry que ni siquiera parecía mover los dedos.

—¿Saldrás? —el joven cuestionó.

Zayn asintió, abrazó a Louis por la cintura y le dejó en medio de sus piernas. Hizo un pequeño mohín y besó su frente pero Louis estaba demasiado extrañado para disfrutar de la sensación.

—Una junta muy importante con los socios de la empresa se llevará a cabo en Los Ángeles y tengo que estar allá mañana por la tarde. —Zayn explicó brevemente.

Louis miró a Deliyah por encima del hombro de Zayn buscando alguna expresión más clara para la repentina noticia. Claramente él no estaba incluido en el viaje y a menudo acompañaba a Zayn a sus juntas en cualquier lugar. Pero Deliyah tenía la mirada abajo mientras pasaba y pasaba su franela por el mismo lugar, sin atreverse a mirarlo.

Sus ojos azules llegaron de vuelta a los avellanas de su esposo, había una expresión tan inocente, tan dulce, que las palabras de Louis casi se enredaron en su lengua.

—¿Cuánto tiempo estarás fuera? —fue lo más sensato que pudo preguntar.

—Algunas... Dos semanas, tres. No lo sé con exactitud.