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«Beso Apasionado»

Su juego habitual de miradas furiosas había cambiado a una de miradas apasionadas. No podía negar que se sentía atraído por el demonio de la Radio, aunque diera justo en su orgullo confesar aquello.

Su relación podía ser más complicada de lo que la mayoría se esperaría, seguían sin poder soportarse para hablar como personas civilizadas y de seguro seguiría así por mucho tiempo.

Charlie y todo el personal del hotel preferirían mantenerlos lo más alejados, el mayor tiempo posible y ellos  estaban de acuerdo, pero no por el motivo que todos esperaban.

Alastor se agachó lo suficiente para poder estar a una altura adecuada, su sonrisa se ensanchó, dejó un beso lento en los labios del rey, quien no dudo y le devolvió el beso, estaba extasiado.

A Lucifer le encantaba el sabor tan adictivo de su rival, pero ansiaba más. No estaba seguro de dónde sería el límite de Alastor pero con toda la malicia que lo caracterizó desde el inicio de la creación, podría la manzana a disposición, esperando que esté la aceptará.

Su lengua curiosa rozo el labio inferior del demonio de la radio, rápida y demasiado honesta fue su reacción, sobresaltado por el nuevo contacto. Intento poder escabullirse en la boca ajena, pero este no pareció entender el mensaje.

—Abre la boca. —No supo si fue la demanda o el tono que utilizo que sonrojo a Alastor, quizás ambas. Para nadie era un secreto que Alastor huía del contacto físico ¿Cómo fue que accedió entonces a poder tener momentos donde se fundían en besos? No tenía idea. —Vamos Bambi, se sentirá mucho mejor, te lo prometo.

La imagen fue demasiado erótica, orejas gachas, un sonrojo tan delicioso y aquella boca entreabierta dispuesto a recibir todo lo que tenía para darle.

Lucifer pasó con tanta cautela su lengua por el labio inferior del demonio antes de dar su siguiente paso, Alastor temblaba ante la anticipación de lo prometido, quien simplemente dejó que su mandíbula se aflojara un poco. El rey del infierno no perdió el tiempo explorando la boca de Alastor con su lengua, un chapoteo casi obsceno se escuchaba entre sus  bocas.

No era la primera vez que se habían besado, pero si la primera vez que lo hacían con tanta hambre, se encontraban en aquel pasillo que dividía sus habitaciones, la adrenalina que alguien pudiera verlos corría por sus venas.

El olor, la vista, la sola presencia de Alastor lo asfixiaba. Era una sensación de necesidad, de querer tenerlo en sus manos, de no dejarlo ir. Cada vez que el demonio estaba cerca de él, era como si todos los pensamientos de su mente lo abandonaran en ese mismo momento, su mente solo decía «Alastor» cada segundo y era molesto, por qué estaba en este hotel por su hija, pero se termino quedando por otro motivo más egoísta aún.

Sentía su propio rostro ardiendo, seguro tenía un encantador tomo dorado, pero no podía ni quería dejar de sentirse así, embriagado por completo de Alastor, era una droga que estaba dispuesto a probar y quedarse envisiado de por vida.

Sonrió con alegría, por fin Alastor se estaba uniendo a la partida, sus lenguas jugaban en una competencia casi obscena y delirante, apenas se separaban, sus voces salian jadeantes y deseosas por iniciar otra vez.

Otro beso, que ahora era un poco más largo y profundo, necesitaban llegar a cualquiera de las habitaciones con urgencia, no importaba cuál de las dos.

La mano de Lucifer viajó ligeramente hasta el rostro de Alastor, con mucho cuidado acaricio sus mejillas, se estaba haciendo mas adicto a Alastor con cada segundo que lo besaba.

Ninguno de los dos iba a mover un pie para adentrarse a alguna habitación, sin pensarlo más, con un chasquido de dedos, ambos aparecieron dentro de la habitación de Lucifer.

—¿Ya te dio miedo que nos vean?

—Lo siento, pero no iba a hacer esto en el pasillo. 

—¿Hacer que?

Lucifer no iba a responder aquello, al menos no con palabras. Se acercó, como una fiera a su presa, sin apartar la vista de aquellos ojos que suplicaban en silencio por más contacto, bajo tanto los pantalones la ropa interior, no despegó su vista de Alastor, buscando alguna señal de rechazo, se detendrá de inmediato si este así lo quisiera.

Lo que no se espero fue que Alastor siguiera su ejemplo y lo dejara en las mismas condiciones, otro beso fue depositado a los labios de Alastor.

Con cuidado de no tropezar, ambos se quitaron por completo aquellas prendas y tomándolo de su cintura, Alastor fue depositado en el regazo de Lucifer, mientras sus labios estaban ocupados, sus manos se apresuraron a vagar hacia el miembro más que despierto del demonio. Alastor solo respondió con un profundo gemido.

El beso se estaba volviendo asfixiante, el calor que ambos desprecian y los sonidos eróticos que escapaban de ambos, sumergidos en en placer así que se separaron y se miraron a los ojos, como dos hombres que se hundían juntos. Hundidos en lo más bajo de sus instintos por el contacto del otro.

No sé resistió más, junto sus miembros en su mano, el placer fue tal que el cuerpo de Alastor se contrajo, sabía por propias palabras de Alastor que nunca había tenido ese tipo de intimidad, así que lo guiaría por el camino del placer.

—Lucifer. —La voz de Alastor salio sin filtro alguno, adoraba cuando podía tener ese privilegio, siguió sus movimientos lentos, usando la fricción de sus miembros para enloquecer al otro.

Alastor solo respondió con un suspiro entrecortado, jadeos y maldiciones apenas audibles escapaban de sus labios, sus manos apretando su cintura. Oh, que sentimiento. Ha pasado tanto tiempo desde que tocó a alguien, y estaría mintiendo si dijera que no ansiaba de forma desesperada al demonio de la radio y verlo arruinado.

Un gemido más alto fue quien aviso que Alastor había terminado, su mano estaba manchada del semen de Alastor, con su otra mano libre, levantó el rostro de su acompañante, se miraba ebrio de placer y casi ido, le arrancó su primer orgasmo.

Con esa imagen tan bonita, se masturbo sin dejar de apreciar el rostro sonrojado, atractivo y único. Un par de movimientos más y termino también entre sus vientres. Necesitaban una ducha, no sé espero terminar así solo por unos besos apasionados.

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Y aquí esta el dichoso capitulo 5, que estuvo perdido, toco re hacerlo, pero valió la pena.


KissPril RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora