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«Primer beso»

Lucifer sabía que por definición era la tentación materializada, cualquiera con dos neuronas y un poco de conocimiento lo sabía.

Mismo motivo por el que después de que Lilith se fuera de su vida, jamás creyó en las palabras o acciones de otra persona.

Nadie tenía afecto genuino por el, todo lo que sentían era la atracción hacia lo prohibido. Lo sabía, siempre había sido así desde antes incluso de ponerlo en sus pensamientos concientes.

Pero si lo sabía ¿Por qué se sentía tan afectado? Aferrado a los costados del demonio de la radio, sus labios se encontraban a tan solo unos centímetros de distancia.

¿Cómo habían llegado a esa situación? No estaba muy seguro, comenzaron peleando por una tontería sin gracia, entre el forcejeo y palabras dichas con toda la intención de joder al otro. En algún punto quedaron exhaustos y jadeantes frente a frente.

Quizás si Alastor no le pareciera atractivo lo hubiera mandado muy lejos.

El aliento cálido de su rival era su perdición, sin pensarlo mucho -era mejor no pensar- se fue acercando, si llevaba a percibir alguna señal de rechazo, retrocediera de inmediato.

Alastor no se hallaba muy diferente a Lucifer, nunca fue un hombre que le gustará compartir espacio personal con nadie de forma íntima, claro que abrazaba a aquellos con quienes compartía afinidad amistosa, pero nada más.

Así que estar frente a frente al monarca del infierno y que este le pareciera encantador fue algo que le pegó tan duro como un puñetazo en el estómago. Una parte de si quería huir, otra hundirse en ese sentimiento, la atmósfera era correcta, comoda como nunca antes la había sentido.

Sus ojos viajaron hacia aquellos labios que no dejaban de respirar fuerte, intentando recuperar el aliento perdido, grande fue cuando estos se acercaron de manera peligrosa a él.

Su cerebro le dió mil pensamientos en un solo segundo, pero llegó a la misma conclusión, lo anhelaba.

Así, ambos se fundieron en un beso, calmado, tierno con sus respiraciones más calmadas y sus pulsaciones a mil, podría ser lo más tranquilo que se habían compartido alguna vez, pero se sentía tan correcto que ninguno de los dos quería separarse.

Una traviesa mano se colo entre sus felpadas orejas, se estremeció con ese simple contacto, nunca en todos los años de estar en el infierno alguien se había atrevido a tocarlas.

Lucifer por su lado de forma inconsciente desató sus alas, cubriéndolos, una forma de protegerse del mundo exterior. Formando una atmósfera para ellos dos solos.

Cuando sus labios por fin se separaron, ambos se vieron con una sonrisa cómplice.

—Esto no estaba entre mis planes. —Fue el comentario más honesto que había hecho Alastor desde que murió. Sus orejas estaban caídas, el bochorno era evidente en su rostro, aunque aquella característica sonrisa jamás lo abandonó.

—En los míos tampoco, pero no me quejo —Un rubor dorado muy tentador se poso en aquellas mejillas angelicales.

Ambos soltaron una risa, no estaban muy seguros de como proseguir, Alastor jamás tuvo experiencia en parejas y Lucifer no tenía planes de intentar algo con alguien después de su fracasado matrimonio.

Ahora ambos estaban con tantas preguntas y muy pocas respuestas, pero no importaba, no cuando se sentía correcto.

—Que sepas que te sigo odiando.

—Lo mismo digo.

Otro beso fue iniciado, con más pasión, sus corazones palpitando de la emoción, sin duda había sido un muy buen primer beso, de todos los que les faltaban compartir.

KissPril RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora