8

1K 109 24
                                        

«Último Beso»

Advertencia: sin final feliz/muerte

Universo Alterno Humano

Siete de la mañana, en dirección al transporte público, era costumbre ir en esa ruta para ir directo a su trabajo, este día no era la excepción, si bien tuvo que correr para llegar. Ahora estaba montado en aquel transporte con más gente que se veían igual de apagados.

Saco su libreta, iba cómodo, está vez tuvo la suerte de sentarse. Tenía algunos inconvenientes con la actividad que iba a realizar, con algo de vergüenza debía escribir sus sentimientos y vivencias. Había sido esa al menos la instrucción que le dio su psicóloga.

Viernes 20 de Enero, 2004
Hoy es un día como cualquier otro, no veo realmente algún cambio, ni en mi rutina, ni en mi estado de ánimo. De camino a trabajar, ojala el día termine pronto y vuelva a dormir.

Sabía que debería hacer un esfuerzo más grande por escribir y mejorar, se lo debía a Charlie, ella estaba más preocupada por su salud mental que él mismo. Lo que pasaba es que en su día a día no encontró algo que lo hiciera querer escribir. ¿Era feliz? Prefería no hacerse esa pregunta, estaba seguro que lo era cuando su preciosa hija estaba con él, también era feliz cuando trabajaba en sus hermosos patos de goma, pero ¿Fuera de ello, lo era?

Levanto la vista hacía el resto de personas, quizás podría encontrar algo en lo que se entretuviera, fue entonces que lo vio, alto, delgado y de buen parecer. Había algo en aquel joven que lo llamo como el polo opuesto de un imán, sé notaba lo elegante y carismático del joven, por que lo vio saludar, mostrando una sonrisa sin igual. 

Se sintió pequeño, más de lo que ya era, por tonto que pareciera, le hubiera gustado estar mejor vestido. Salio con lo primero que encontró en su armario.

Ese fue el comienzo, de alguna forma, nunca lo había visto, pero desde ese día todos los días se lo topaba, compartían un saludo cordial y cada quien se iba a su propio asiento, fueron pocas -pero significativas- las platicas que tuvieron, quisiera ser más social para lograr formar una platica más extensa, aunque no confiaba del todo en si mismo como para no pasar vergüenza ¿Le gustaba Alastor? Por qué si, logro conseguir el nombre del chico e incluso más información en dos meses desde que lo vio en aquel trasporte. 

Como por ejemplo, que era locutor en la radio, se notaba el orgullo con el cual presumía su pasión, eso le agrado mucho. También que era muy buen cocinero, eso tenían en común. Amaba los gatos y tenía un repudio por los perros.

Cuando el joven bajo en la parada que le correspondía, saco su libreta, le gustaba tener más cosas que escribir y ahora el camino hacía su trabajo no era tedioso. 

Lunes 1 de Marzo, 2004
Hoy fue especial, Alastor y yo logramos hablar durante todo el trayecto hasta su trabajo, dijo que sería buena idea vernos el fin de semana, así que acepte. 
No tengo seguridad si tendré algún chance con el a futuro, pero puedo decir que me gusta y me siento cómodo con él.

 Una cosa que había cambiado era que intentaba disfrutar más sus días, independiente de que sucediera, comenzó de nuevo a tocar el violín, viejo pasatiempo que desatendió. Comenzó a comer mejor e incluso a hacer ejercicio. Usaba aun antidepresivos, pero nada que quejarse mientras salia de la mala racha en que se había metido. Dos meses de esfuerzo duro y mejorías. Aunque sin importar que, las mañanas con solo poder ver a Alastor en esos veinte minutos de ida, le daban ganas de vivir otro día más.

―¿Estas bien Lucifer? ―Aun así no estaba exento de hacer el ridículo, casi había caído al suelo de no ser por Alastor que lo logro sujetar. 

―Sí, muchas gracias, pudo haber sido un golpe muy fuerte. ―Seguro Alastor lo tendría en su mente como un estúpido que no sabe ni caminar bien. Volvió a su posición correcta. ―Ya casi llegas a tu parada, es curioso, antes de enero podría jurar que no te había visto en esta ruta y ahora no hay día que no te vea.

―En realidad, este tren no es el que debería tomar, me queda un poco más lejos, pero tengo mis motivos para venir aquí. 

No supo si aquel hormigueo en su estomago fue por la sonrisa de Alastor o por lo que dijo, de alguna forma sintió que se refería a él, pero eso era absurdo ¿No?

―Nos vemos mañana Luci. ―Alastor se despidió con un beso en la mejía y los colores iluminaron su rostro.

Pero ese mañana no llego, ni pasado mañana, desde que lo vio por primera vez nunca dejaron de verse de lunes a viernes. Aun así, no dejo que su gran progreso flaqueara, seguiría mejorando. Paso el fin de semana que se suponía y se verían por primera vez fuera del tren, no quería pasarlo solo así que salio junto a Charlie. Ya era jueves, se estaba preparando para no ver a Alastor, no necesitaba ilusionar a su corazón en balde. Cuando paso por aquella parada donde entraba, volteo la mirada, no queriendo ver. Su sorpresa fue que tocaron su hombro y allí estaba como un espejismo.

―Pensé que no volvería a verte. ―Sus ojos se llenaron de lagrimas, no supo cuanto lo había extrañado esa semana hasta que lo volvió a ver.

―Perdóname, no volverá a pasar. Te quede mal, pero puedo compensarlo, te extrañe mucho. ―Sus rostros se iban acercando poco a poco, cuando falto poco, Lucifer sonrió con ternura.

―Solo besarme.

Sus labios se juntaron, por primera y ultima vez, pues un estruendoso choque había sido provocado por la irresponsabilidad de otro conductor de trenes, la noticia de tragedia corrió más rápido que pólvora. Charlie solo pudo salvar los relatos cortos de su padre y como había comenzado a enamorarse, un amor que no pudo ser, se fueron con su primer y ultimo beso. 



KissPril RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora