CAOS
¿Cómo fue que se salio todo de control?
Estas preguntas rondaban la mente de Tea Gardner mientras iba junto a Tristán, en un taxi con dirección al hospital central de Domino, todo había sido como una avalancha de emociones confusas. Ella nunca le había gustado como en algunas situaciones que habían enfrentados hasta el momento juntos a sus amigos siempre salían heridos, incluso si a veces parecía que se lo merecían.
Mientras el vehículo viajaba por el centro de la ciudad, después de pasar por el abuelo Mutuo, (después del desastre de la tienda había ido a dejar a Megumi a su casa) pero decidió acompañar a los adolescentes a ver a su nieto Yugi que había sido hospitalizado.
Era en momentos así que la mente de la castaña recordaba sutilmente cuando conoció a Yugi por primera vez, en aquel entonces parecía mucho menor debido a su estatura pequeña y frágil figura, además de su carácter tímido, siempre mostraba una gran sonrisa en sus labios pese a los insultos que recibía por parte de los demás estudiantes ya fuesen mayores o de su misma edad.
Eso solía suceder mucho y frecuentemente desde que ingresaran juntos a la primaria, incluso en la secundaria estos hechos no habían cambiado mucho; Tea solía platicar con el pequeño tricolor, le gustaba llevarse con él y jugar los diversos juegos que solía llevar a la escuela.
Pese a lo bien que le caía el pequeño Yugi, Tea no podía evitar sentir malestar por las burlas, pero fuera de hacer algo para ayudar se alejaba del caos y trataba de evitar involucrarse, a esas alturas de su vida le interesaba lograr tener buenas notas sumado a su buen comportamiento para que sus padres no se opusieran cuando les dijera que tenía interés por estudiar en Estados Unidos en una de las mejores academias de ballet.
Pero, algo cambio cuando el pequeño Yugi resolvió ese rompecabezas, el Puzle del Milenio, el cambio de personalidad y actitud que había sufrido ese pequeño niño tímido en la preparatoria fue evidente para los que conocían al chico. Todo había iniciado con el altercado con Ushio y luego el enfrentar a los secuestradores que habían lastimado a Phoenix.
Phoenix, la mención de ese simple nombre le causaba malestar, ahora que lo pensaba mejor aunque no entendía exactamente cual era la razón y mas cuando lo conoció a "Él".
"El espíritu del Puzle del Milenio denominado así mismo como Rey Yami."
Pese a las similitudes que podía tener con su amigo de la infancia, ella había notado pequeñas diferencias que los separaba como individuos, los cuales fueron más evidentes tras el torneo del Reino Duelista.
Yugi era tímido y dulce, mientras que Yami era valiente con una pizca de agresividad tanto en sus palabras como en sus acciones.
No entendía exactamente cuando comenzó a desarrollar sentimientos por el espíritu ni el motivo por el que lo quería, lo quería más allá de solo amigos, pero forme más trataba de conocerlo más inalcanzable parecía para ella, solo había breves momentos donde se mostraría ante ella o los chicos.
A esas alturas se sentía tan confundida, sobre todo cuando en su mente los recuerdos parecían neblina, solo fueron los eventos presentes los que lograron centrar a la chica de pelo castaño y ojos azules nuevamente en los eventos de aquella tarde. Recordaba ligeramente como Yugi se encontraba en un duelo a nivel nacional contra Duke Devlin, el chico nuevo que había llegado a la ciudad y había abierto su Magna Tienda en Domino Island, recordaba como las cosas parecían ir muy mal para su amigo habiendo perdido un punto de corazón de los tres que tenía y ningún monstruo convocado dándole una ventaja mucho más que injusta al pelinegro en el Juego de Dados de Calabozo, que para el colmo de males, el mismo azabache había creado.
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REPERCUSIONES
FanfictionSegunda parte de Mundo Paralelos, continuaremos con la vida de Yugi, adaptándose a convivir con el espíritu del Puzzle Milenario, que ahora se autodenomina como Yami. También deberá aprender sobre sus sentimientos, la confusión entre lo que siente...