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Miyeon estacionó su auto cuando llegó al apartamento de Minnie, sin poder creer que realmente estaba aquí

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Miyeon estacionó su auto cuando llegó al apartamento de Minnie, sin poder creer que realmente estaba aquí. Su padre le había devuelto su teléfono cuando regresó a casa, sugiriendo que fuera a visitar a Minnie, una sugerencia que parecía haberle causado un tirón muscular.

Era un completo cambio de 180º de cómo estaba actuando antes. La noche anterior había sido... desagradable. Tratando de mantener la calma, le había dado escasos detalles de dónde había estado y quién estaba allí con ella. Realmente no explotó hasta que ella mencionó a Minnie y lo que Minnie significaba para ella. Luego se paseó enojado por la habitación e insistió en que se mantuvieran alejadas la una de la otra.

Cuando le dijo que planeaba "arreglar las cosas" con Minnie hoy, Miyeon temió lo peor. Pero aquí estaba ella, y con su aparente bendición.

¿Qué le había dicho Minnie?

Tomando un respiro para calmarse, Miyeo apagó su auto y se dirigió a la puerta de Minnie. La primera vez que llamó, no hubo respuesta. Tocó más fuerte, preguntándose si debería haberle enviado un mensaje de texto y asegurarse de que estuviera en casa.

La puerta se abrió justo cuando estába alcanzando su teléfono, revelando a una mujer vestida con una bata de hospital azul pálido -. ¿Hola, puedo ayudarte? - ella preguntó con una sonrisa.

Con su cabello y esa sonrisa, solo podía ser la mamá de Minnie. Miyeon asintió cortésmente hacia ella -. Hola, soy Cho Miyeon. ¿Está Minnie en casa?

- Ah, entonces eres Miyeon - parecía que Minnie incluso heredó ese brillo travieso en sus ojos de la mujer frente a ella -. He oído hablar mucho de ti últimamente - abrió más la puerta e invitó a Miyeon a entrar -. Entra, entra.

Miyeon entró al apartamento, incapaz de evitar mirar a su alrededor. Minnie no estaba mintiendo cuando dijo que su casa tenía rejas en la ventana, pero el lugar era acogedor de una manera que su propia casa no lo era: los muebles que no combinaban, varias fotos y libros tirados por ahí le daban al lugar una atmósfera reconfortante.

Miyeon caminó hacia una de las paredes, atraída por una imagen de Minnie. Debía de haber tenido solo unos doce años, con las manos en las caderas y dándole al fotógrafo una sonrisa llena de dientes -. Ella ya se estaba metiendo en problemas a esa edad - la mamá de Minnie le confió -. Había hecho un pequeño negocio ayudando a sus compañeros de clase a sacarse los dientes flojos. Hizo una cantidad impresionante de dinero antes de que su maestra se enterara.

Miyeon se rió en silencio -. Eso suena como ella.

La mujer le dio a Miyeon una mirada considerada -. Creo que serás buena para ella - dijo, asintiendo como si estuviera tomando una decisión -. Y ciertamente le gustas.

Miyeon se sonrojó por eso, pero era bueno escuchar esas palabras. No sabía cuánto significaba la aprobación de la madre de Minnie hasta ahora.

- Ella también será buena para mí - Miyeon le dijo.

𝐈'𝐌 𝐘𝐎𝐔𝐑𝐒 𝐓𝐎 𝐊𝐄𝐄𝐏 | 𝐌𝐈𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora