𝐄́𝐋

•04•

6 meses antes

Tn abrió las cortinas de la habitación de Giselle, inundándolas de luz solar y provocando que su hermana gimiera fuertemente.

-¿Qué carajo estás haciendo?

-Levántate, saldremos esta noche.

-No, gracias, prefiero quedarme en casa

-Ya llevas dos semanas encerrada. Se fue, duele, pero tienes que seguir con tu vida -La voz de Tn era comprensiva pero firme.

-No quiero. No quiero hacer nada sin Félix -La voz de Giselle se quebró cuando dijo el nombre.

Tn suspiró.

-se ha ido. Está en Australia, viviendo su vida. No volverá y no quería larga distancia. Tienes que aceptar eso. Así que saldremos, nos vestiremos, beberemos, bailaremos y nos olvidaremos de todo por una noche

-Él es el amor de mi vida. No puedo simplemente olvidarlo. Él es todo lo que he querido, todo lo que he conocido desde que era niña

-Lo sé. Estuve allí durante todo eso, ¿recuerdas? Y él también era mi amigo.  Pero no puedes quedarte encerrado aquí para siempre. Vamos, arriba.  Jeongin también vendrá.

Giselle gimió y se cubrió la cabeza con las mantas.

-No me iré hasta que estés de acuerdo.  Tengo una grabadora y no tengo idea de cómo usarla. Ahora parece el momento perfecto para intentar aprender -Tn blandió el instrumento antes de llevárselo a la boca y soltar un fuerte chillido.

-¿En realidad? ¿Amenazas de tortura?

Tn simplemente se encogió de hombros, con una sonrisa formándose en su rostro. Sabía que había ganado.

-Bien. Pero lo voy a pasar fatal. Y puedo peinarte y maquillarte.

Tn hizo una mueca amarga pero estuvo de acuerdo.

***

El club estaba lleno y ruidoso, la música sonaba tan fuerte que podían sentir las vibraciones recorriendo sus cuerpos.  Habían bebido previamente en la casa, así que ya estaban borrachas mientras bailaban, perdiéndose en el bajo mientras llevaban el alcohol y la atmósfera hacia el dulce olvido. Tn fue a buscar bebidas al bar lleno de gente cuando necesitaba un descanso de los cuerpos sudorosos y el ruido.

El enjambre de gente que rodeaba el mostrador no parecía moverse mucho.  La gente luchaba por la atención de los pocos empleados del bar y se apretujaban en todos los huecos que podían. Tn se quedó esperando pacientemente a que la gente frente a ella se fuera y examinó el área.

Recibió algunas miradas: su atuendo era mucho más revelador de lo que normalmente usaría: una camiseta sin mangas transparente cubierta por un suéter corto que apenas ocultaba su pecho. En la iluminación más brillante cerca de la barra, supo que su abdomen estaba a la vista.

Mientras comenzaba a sentirse cohibida y a maldecir a Giselle por vestirla así, escuchó una voz suave que se dirigía a ella.

-El primero en ser atendido puede hacerle una pregunta al otro

Tn se volvió hacia la voz y se encontró con el hombre más atractivo que jamás había visto. Cabello negro brillante, ojos grandes que brillaban con picardía, una nariz perfecta y recta y labios que se estiraban en una sonrisa, dientes de conejo a la vista. Tn se quedó sin palabras.

El extraño se rió de ella. Podría ser el sonido más lindo que Tn había escuchado jamás.

-Tu elocuencia me asombra. Por suerte, me gusta el tipo nervioso -Las palabras fueron dichas en broma y sin una pizca de malicia. Tn de alguna manera se sintió aún más atraída por el hombre.  Se sonrojó, pero logró asentir.