[✓] ❛️️️️❛BODYGUARD❞ - Ao3 Traducción [TERMINADA]

CAPÍTULO 23.

Obra Original: inspirations_whisper

Capítulo 23.

Llevaba unas buenas tres horas mirando el fuego de la chimenea. Zabini la observó atentamente, pero tuvo cuidado de no entablar conversación con ella. No dijo una palabra mientras la bruja movía las piezas en el tablero de ajedrez. Tuvo que cambiar de táctica ya que la decisión del Wizengamot frustró sus planes.

Hermione pensó furiosamente en su próximo movimiento. No todo estaba perdido, pero fue cuestión de dos semanas, tal vez un mes, nombrar curanderos, realizar un examen adecuado y preparar un dictamen. Tuvieron un mes para descubrir cómo sacar la identidad del atacante de Greengrass en ese tiempo. Treinta días para descubrir cómo romper el hechizo de mentira sobre ella, o al menos sortearlo de alguna manera.  Realmente no es mucho.

Ella frunció el ceño y, repentinamente iluminada, comenzó a revisar los documentos esparcidos sobre el escritorio.  Después de un momento, suspiró profundamente, se tumbó en el mostrador y dejó escapar un grito de frustración.  Miró a Blaise, inclinando ligeramente la cabeza.  Sus manos colgaban fláccidas y su cabello estaba despeinado, dándole un aspecto salvaje.

El diputado luchó consigo mismo para no hacer ningún comentario a su estilo, porque no quería ganarse un comentario cortante sobre sí mismo.  La malvada Ministra es una Ministra dolorosamente mordaz, y sólo Malfoy podía manejarla cuando estaba así.  Él era el único que podía convertir su mal humor en diversión.

Hermione miró de mala gana el reloj y suspiró profundamente. Realmente no tenía idea de qué hacer con Greengrass. La ignorancia y la impotencia no eran algo a lo que estaba acostumbrada.  Por lo general, podía salir de cualquier situación sin mayores problemas.  Ahora ni siquiera podía tomar el asunto en sus manos porque se había excluido de él.  Sin embargo, tenía que hacer algo, porque su vida estaba en juego en este juego.

Los infelices pensamientos de la bruja fueron interrumpidos por un fuerte sonido. Su guardaespaldas estaba esperando afuera de la entrada. Ella miró el reloj. Era demasiado pronto para cambiar con Zabini y, al mismo tiempo, el Ministerio había terminado su trabajo hacía unas horas. Ella lo dejó entrar y esperó la buena explicación del capitán sobre la situación. ¿Qué hizo que este demonio viniera antes?

—¿Te lo perdiste?  — preguntó, sonriendo peligrosamente.

Él dejó escapar una risa tranquila y sin contemplaciones se sentó en la silla frente a ella, ignorando por completo la presencia del diputado.

—Parece que me extrañaste porque me dejaste entrar a tu oficina tan rápido.

Ella sonrió y cayó pesadamente sobre el escritorio. Enterró su rostro en los papeles mientras Draco la miraba cada vez más divertido.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —murmuró indistintamente, sin levantar la vista de los documentos.

– Consigue unas gafas si tu vista es tan mala y tienes que sostener los papeles justo al lado de tu nariz.