VI -PARA LLEVAR

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Fuimos a dejar a Eli al departamento de sus supuestos "Amigos" cuando realmente sé que se la quieren tirar, agradezco que mi castaña sea una precavida en ese tema. En el trayecto a nuestro departamento todo fue muy callado, la radio sonaba y mis queridos acompañantes de atrás venían en carcajadas silenciosas, Luke le susurraba algunas cosas a Maddy y eso hacía que ella se pusiera del color de un tomate, mis queridos pervertidos, Verónica no tanto, ella se recargaba en la ventana esperado a llegar a su dulce hogar, la pobre estaba toda mareada.

Cuando llegamos a nuestra casa, ayudé a Ronnie a llegar a nuestra habitación, su cama estaba destendida y con sudaderas sobre ella, las hice a un lado y acosté a la rubia que ya estaba cansada, ¿En qué mundo te metes a una pelea cuando ya tienes a una resaca inmensa?

Salí de la habitación cerrando la puerta en silencio, Maddy y Luke se habían adueñado del sofá, cuando llegue con ellos, William entro con las bolsas de las compras en sus manos, siempre tenía su jodida sonrisa que hace mucho tiempo me embobaba, me acerque a él, al menos tenía que agradecerle por traernos hasta acá -Gracias por traernos, Will - Salió de entre mis labios con una media sonrisa.

—No hay problema — Respondió él, deteniéndose —¿Podemos hablar afuera?

—Si, claro— me estremecí, salí tras de él cerrando la puerta, pude sentir a Luke y Maddy siguiéndonos con la mirada.

Se giro a lado de su auto, me crucé de bazos por el frío y un poco para marcar mi espacio. Me miró unos segundos, con esa mirada tan cálida y de arrepentimiento, como si se disculpara solo con sus preciosos ojos cafés, casi derramando pequeñas lagrimitas.

—No me hagas esa cara de perrito regañado... — le dije frunciendo el ceño.

Sonrió a lo leve, pude ver su nariz enrojecida por el frío —Lo siento mucho, de verdad... — Y tal vez de sus labios su sonrisa se disolvió un poco, pero no lo vi y no lo quise hacer sabiendo que ello siempre me ablandó.

Siempre esperé aquel día, en el que él se disculpara; no sabría si llegaría y mucho menos que le respondería, algo que si tengo en cuenta es que las cosas no volverían a ser como eran antes, él y yo dejábamos de existir como pareja, hace un dos años todo podría haber sido diferente, pero en aquel momento estaba decidida a no más compromisos, pero su amistad siempre aceptaría —William... Te mentiría si te dijera que no te quiero volver a ver, no creo que pueda intentar algo más pero tú amistad nunca la rechazaré — Le devolví la sonrisa —Creo que por algo nos volvimos a encontrar- me encogí de hombros.

—Me alegra que no me odies— Nos quedamos en corto silencio y al fin lo dijo —¿Quieres ir a cenar?— El castaño tenía su maldita sonrisa dulce, y esos ojitos humedecidos me veían como si fuese el centro del universo.

Lo pensé un poco pero ambos parecíamos en el mismo canal así que acepte —Claro, no he cenado aún— pareció sorprenderle mi respuesta, pero la verdad yo siempre tengo hambre ¿Qué podría salir mal?

Regresé al departamento, mi mirada se dirigió al par de tortolos que estaban sentados en la sala con el control remoto, Luke revolvía su cabello y ella me miraba felizmente —Vamos a ir por algo de cenar, ¿Gustan algo?

—Mi pelirroja favorita salvando la cena, si no somos una molestia eso estaría bien — Maddy parecía sonreír, sus ojos mostraban lo contenta que estaba, aunque ella y yo sabíamos lo que sufrimos cuando se fueron estos dos hermanos.

—Solo no hagan nada malo que yo no haría — les dije saliendo del departamento, solo puede ver la mirada maldosa que ambos compartían y me solté a reír suavemente.

—Bueno, solo usen protección— Y salí corriendo.

—¡Scar!— Escuché a Maddy gritar mientras yo azotaba la puerta.

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