Histoire D'Amour

XII- Perfume

Ahí estaba Mónica entrando al departamento, ¿Con quién? Solo dios sabe, entró con agresividad azotando la puerta eso causo que me separara rápidamente de los labios del castaño, que ni siquiera llegaron a tocarse.

Mónica entro con los labios pegados a un chico alto que venía con ella, creo que ellos estaban enfocados en lo suyo, que ni se percataron que tenían compañía en la sala.

Richard y yo estábamos en silencio incomodos, no entre nosotros, si no viendo como la chica llevaba al chico a su habitación.

-Creo que ya es hora de dormir- Dijo el castaño.

-Si, seguro - Le respondí y nos fuimos a la habitación.

Richard tomó una almohada - ¿Me abandonas? Acabo de quedar traumada, no me puedes dejar sola - Bromeé con una sonrisa y con tono dramático.

- ¿Me estás diciendo que me quede, pequeña Rose? - Insinuó el chico sonriendo. 

-Solo si no cruzas el fuerte de almohadas que nos dividirá, Richie...

El chico rió ante el apodo -Bueno pues puedo ser sonámbulo, solo digo que esas almohadas no serán suficientes- me devolvió con una sonrisa maldadosa, le lancé una almohada a la cara y él la tomó aun sonriendo.

Prendí mi celular y tenía millones de mensajes de Maddy.

Demonios, Scarlett Blossom 

¿Dónde demonios han estado? ¿y Verónica? ¿Están bien?

10:50 PM

No sabía que hablaba con mi Madre, 

estamos bien solo fue un pequeño

bajón de Ronnie y la acompañe, 

ahora esta con su príncipe azul, Logan.

10:52 PM

Cuando las vea las asesinaré par de idiotas, 

estaba a punto de darlas como desaparecidas y 

poner la alerta Amber en toda la ciudad.

10:52 PM

Relájate, estábamos bien lamento no haber respondido, 

mañana nos vemos en la escuela, Te quiero Mads.

10:53 PM

Y yo a ti, idiota.

10:53 PM

Apagué mi celular y lo acomode aún lado, me giré y volteé a ver a Richard que estaba mirando hacia el techo con las manos detrás de la nuca - ¿Todo bien con las chicas? - Preguntó el castaño girándose para que nuestras miradas se juntaran.

-Maddy me quiere matar, pero ella me ama, lo olvidará - El chico sonrió sin despegar su mirada de mi ojos -Buenas noches, chico lleno de sorpresas - me acerqué a darle un pequeño beso en la punta de la nariz. 

-Buenas noches, pequeña Rose - Se acercó a darme un dulce beso en la frente. 

***

Desperté a lado del castaño, que aun dormía profundamente, no lo culpé, era demasiado temprano, pero aquel día amanecí con demasiada energía, me levanté de la cama y caminé hacia su cocina para poder preparar un café.