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Lisa abrazaba y consolaba en voz baja a Jennie, la cual derramaba pequeñas lagrimitas entre los brazos de su mayor

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Lisa abrazaba y consolaba en voz baja a Jennie, la cual derramaba pequeñas lagrimitas entre los brazos de su mayor. Siempre se sentía así cada vez que reprobaba un examen.

—Nini, solo fue un examen. No lo aprobaste esta vez pero estoy segura de que lo vas a hacer la próxima—expresó Lisa, no pudiendo soportar ver a la pequeña castaña así—. ¡Eres muy inteligente Nini!

La castaña arrugó la nariz.

—Claro que no—murmuró mientras arrugaba ligeramente entre sus manos con la chaqueta de Lisa.

—Oscuro que sí—respondió Lisa mientras alzaba la ceja, Jennie levantó su cabeza del pecho de Lisa con una expresión de confusión.

Su corazón se arrugó de ternura al ver a Jennie ladear su cabeza como un gatito confundido.

—¿Oscuro?

—Tu dijiste claro, yo dije oscuro—explicó Lisa con una sonrisa boba en su rostro, Jennie se quedó un rato procesando el chiste. Dos minutos después, la castaña entendió el chiste y soltó una pequeña risita.

La risita de Jennie fue como música para los oídos de Lisa, quien se sintió aliviada al verla sonreír, aunque fuera solo por un momento. Era increíble cómo un simple chiste podía cambiar el estado de ánimo de alguien

—Ese fue un chiste muy malo, Lili—opinó Jennie, arrugando ligeramente la nariz y luego le dió un besito en la mejilla de Lisa.

Fue increíble como un simple beso en la mejilla, casi hizo que Lisa se desmayara.

Lisa sintió una oleada de calor recorrer su cuerpo cuando los labios de Jennie tocaron su mejilla. Su corazón latía con fuerza, y por un momento, se sintió como si el tiempo se hubiera detenido.

El suave contacto de los labios de Jennie había dejado a Lisa en un estado de ensueño, incapaz de concentrarse en otra cosa que no fuera la sensación cálida y reconfortante que aún perduraba en su mejilla. Jennie le había dado un beso en la mejilla antes, pero esta vez, algo en ese gesto simple pero significativo había hecho que todo su mundo se tambaleara.

—Sí, un chiste malo pero un beso maravilloso —susurró Lisa para sí misma, sintiendo cómo un rubor intenso se extendía por todo su rostro.

Jennie la miró con curiosidad, una sonrisa traviesa jugando en sus labios.

—¿Qué dijiste, Lili? —preguntó Jennie, inclinando ligeramente la cabeza, sus ojos brillando con diversión.

Lisa parpadeó, dándose cuenta de que había hablado en voz alta. Sonrió tímidamente, sintiéndose un poco avergonzada pero también emocionada por la oportunidad de expresar lo que estaba pensando.

—Nada, solo.. —sus palabras se cortaron y ya no supo que decir.

Mierda Lisa, inventa algo ¡Rápido! pensó Lisa.

Fuckgirl in love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora