Oh, vamos. Era demasiado sorprendente, ver a Lisa Manoban, una completa fuckgirl, completamente boba y enamorada de Jennie Kim; una chica adorable y tierna que acababa de entrar a su primer semestre en la facultad de diseño.
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Lisa se paró en frente de la puerta de la casa de Jennie y tocó dos veces. Notó como el auto de los señores Kim no estaba, por lo que supuso que los padres de Jennie no estaban, se distrajo de sus pensamientos cuando la puerta se abrió, revelando así a una adorable y bonita Jennie que tenía su pijama puesta.
Al ver a Jennie frente a ella, Lisa sintió un cálido hormigueo recorrer su cuerpo. La visión de Jennie en pijama solo aumentaba su encanto, y Lisa no pudo evitar sonreír ampliamente al verla.
—Hola, Gatita—saludó Lisa, con una chispa de alegría en los ojos—. ¿Cómo estás?
Jennie le devolvió la sonrisa, con una expresión radiante en su rostro.
—Hola, Lili—respondió Jennie, con una voz suave y acogedora—. Estoy bien, y tú, ¿cómo estás?
Lisa se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.
—Mucho mejor ahora que estoy aquí contigo—confesó, con sinceridad en sus palabras, inclinándose ligeramente para abrazar a Jennie por la cintura. Sintió a la castañita ponerse de puntillas y tomarla de la nuca—. ¿Quieres besarme, bebé?—preguntó Lisa de forma juguetona, su voz saliendo más ronca de lo que esperó.
Jennie respondió al gesto de Lisa sonrojándose profundamente al verse descubierta por Lisa, se impulsó lo mejor que pudo y besó los labios de su novia con rapidez.
El beso de Jennie tomó a Lisa por sorpresa, pero rápidamente correspondió al gesto, dejándose llevar por la suavidad de los labios de su novia. La cercanía entre ambas era reconfortante y excitante al mismo tiempo, y Lisa se encontró deseando más de ese contacto íntimo.
Soltó una risita, al ver la expresión avergonzada de Jennie. Apretó ligeramente la cintura de la menor y la vió arrugar la nariz ligeramente.
—Eres tan adorable cuando te sonrojas, Nini—susurró Lisa, con cariño, acariciando suavemente la mejilla de Jennie con el pulgar—. Me encanta verte así.
Jennie bajó la mirada, sintiéndose un poco cohibida por el comentario, pero al mismo tiempo se sentía cálida y amada por Lisa.
—Me da pena cuando dices esas cosas—confesó Jennie mientras apoyaba tímidamente su cabeza en el pecho de Lisa—. Deberíamos entrar ya a mí casa—opinó, cambiando ligeramente el tema.
Lisa rodeó con sus brazos a Jennie, disfrutando de la cercanía entre ambas antes de asentir con suavidad. Sintió a Jennie brincar con sorpresa cuando la tomó por las piernas y la cargó, pegándola contra ella y llevándola en brazos dentro de la casa.
Jennie rió con sorpresa cuando Lisa la levantó en brazos, pero rápidamente rodeó el cuello de su novia con los brazos, aferrándose a ella con ternura mientras entraban juntas a la casa.
—Que fuerte eres—opinó Jennie mientras entrelazaba sus piernas en la cintura de Lisa, mientras se acercaba para besar el rostro ligeramente sonrojado de su novia.
