Capitulo 6: Propuesta indecente

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Vivianne se encontraba sentada junto a Caesar en el lujoso salón privado del restaurante, su mirada llena de desconfianza hacia el hombre que tenía frente a ella

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Vivianne se encontraba sentada junto a Caesar en el lujoso salón privado del restaurante, su mirada llena de desconfianza hacia el hombre que tenía frente a ella. ¿Cómo era posible que él supiera tantas cosas sobre ella? Una sensación de vulnerabilidad y temor se apoderó de ella mientras observaba a Caesar, cuya imponente estatura y fuerza física despertaban en ella una sensación de intimidación.

Aunque había accedido a irse con él en este lugar, una voz interior le susurraba que tal vez había sido un error. Su mente se llenaba de preguntas sin respuesta, preguntándose cómo un extraño podía conocer detalles íntimos de su vida que ella misma apenas se atrevía a enfrentar.

Cada gesto y cada palabra de Caesar parecían contener un enigma, una amenaza velada que la mantenía en guardia. A pesar de su apariencia elegante y su sonrisa encantadora, Vivianne no podía ignorar la sensación de peligro que emanaba de él.

Mientras luchaba por mantener su compostura, una pregunta seguía resonando en su mente: ¿qué era lo que realmente quería Caesar de ella?

-Y entonces le dije-

-¿Por qué apareciste de la nada e hiciste todo eso?- Pregunto Vivianne-

-¿Uh? Solo te salvé de que esa gente estirada te hiciera daño- Dijo Caesar- Parecías estar a punto de llorar-

-¿Que quieres de mi Caesar?- Pregunto Vivianne- N-no pareces un hombre que tenga un trabajo normal-

-Realmente- Caesar sonrió- Soy el lider de la organización Sergeyev-

-¡¿Que?!- Vivianne estuvo a punto de salir huyendo- "Espera si salgo corriendo podria matarme ¿Hace esto por que me choqué com el y le di un caramelo?"-

-No te alteres- Dijo Caesar levantándose- No estoy aqui para hacerte daño, no podría hacerle nada a esta carita tan adorable- Pasó su mano a su mejilla ¿Te gusta tu regalo?-

-No creo que realmente necesite algo como esto- Dijo Vivianne- Es lindo pero no   creo que sea algo que merezca-

-Un pajarito me a dicho que siempre deseaste uno de ellos- Dijo Caesar-

-Un momento- Pregunto Vivianne- ¿Me estabas siguiendo?-

-Oh si ¿Te importa?- Pregunto Caesar-

-¡Pues si! ¿Que quieres conmigo? Soy una persona completamente normal ¿Que mierda quieres?- Pregunto Vivianne-

-Solo te dire la respuesta si te quedas en la cena- Dijo Caesar- Vamos a cenar primero-

Con el pasar de la cena, Vivianne se dejó llevar por el ambiente íntimo y relajado del salón privado, mientras el vino fluía libremente entre ellos. Con cada sorbo, las barreras de la desconfianza comenzaron a desvanecerse, dejando espacio para una sensación de ligereza y euforia.

Mientras conversaban, Vivianne empezó a ver a Caesar con otros ojos. Su mirada se detenía en los rasgos masculinos de su rostro, en su sonrisa seductora y en la seguridad que irradiaba en cada gesto. De repente, el hecho de que perteneciera a la mafia parecía un detalle insignificante en comparación con su atractivo y magnetismo.

Una chispa de deseo comenzó a arder en el interior de Vivianne, eclipsando momentáneamente cualquier preocupación o temor que pudiera haber sentido. La proximidad de Caesar, su presencia dominante, despertaba en ella un deseo ardiente, una atracción que no podía ignorar.

-Oye pues no estás tan mal- Dijo Vivianne con una voz coqueta- ¿Que tiene que hacer una mujer como yo para tener un hombre como tu en su vida?-

-¿Te gusto ahora?- Pregunto Caesar-

-Es que- Vivianne se levantó y se sentó en su regazo- Tu no sanes lo difícil que es ser una mujer como yo, no soy guapa, ni sexy, ni  tengo dinero ¿Sabes lo difícil que es eso para una mujer como yo? Cuando te crias en un hogar desestructurado lo único que quieres es que alguien te mire a los ojos y te diga lo mucho que te ama-

Con el vino difuminando sus inhibiciones, Vivianne se encontró mirando fijamente a Caesar, con una sonrisa tierna jugando en sus labios. El brillo en sus ojos reflejaba una mezcla de deseo y complicidad, mientras se encontraba cómodamente sentada en su regazo.

La mirada de Vivianne era un mensaje claro de atracción y confianza, algo que tomó a Caesar por sorpresa. Nadie antes lo había mirado de esa manera, con una combinación tan cautivadora de ternura y audacia. Sus propios ojos se encontraron con los de Vivianne, leyendo en ellos un deseo que despertaba algo dentro de él que había permanecido dormido durante mucho tiempo.

El corazón de Caesar latía con fuerza, sintiendo cómo la intensidad de la mirada de Vivianne lo envolvía en un torbellino de emociones desconocidas. En ese momento, cualquier duda o incertidumbre que pudiera haber sentido se desvaneció ante la conexión eléctrica que compartían.

Con un gesto suave pero decidido, Caesar rodeó la cintura de Vivianne con sus brazos, acercándola aún más a él. En ese instante, se dio cuenta de que había encontrado algo especial en ella, algo que lo había tomado por sorpresa pero que, de alguna manera, lo dejaba anhelando más.

-¿Que me estas proponiendo?- Pregunto Caesar-

-Hmm no se ¿Que me propones tu pibón armado?- Pregunto Vivianne mientras pasaba su mano por su cuello- ¿Me dejarías ver tu "arma"?-

-Puede, pero no soy un hombre fácil- Comentó Caesar- No me gustan los lios de una noche y más cuando tengo delante a la chica mas adorable que he visto-

-Estamos muy borrachos jaja- Vivianne río- Bésame maldito pibón sexual-

-Shh- Caesar puso su dedo índice en sus labios- Primero firma esto-

Caesar sacó un papel y lo entregó a Vivianne con una sonrisa traviesa.

-Bien-
Bajo la influencia del alcohol y envuelta en la emoción del momento, Vivianne tomó el bolígrafo y firmó el documento sin siquiera leerlo-

Lo que no sabía Vivianne era que acababa de poner su firma en un contrato de compromiso matrimonial. Un pacto que, bajo circunstancias sobrias, habría sido analizado y discutido con detenimiento, pero que en ese instante de pasión desenfrenada pasó desapercibido.

El corazón de Caesar latía con anticipación mientras observaba a Vivianne firmar el papel. Para él, era la culminación de un plan meticulosamente elaborado para asegurarse de que ella no pudiera escapar de su lado. La sonrisa en su rostro ocultaba la verdad detrás de su mirada, una verdad que Vivianne aún no estaba preparada para enfrentar.

Pero claro ahora solo quedaba disfrutar de la pasión.

Pero claro ahora solo quedaba disfrutar de la pasión

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Hola UwU

¿Les gustó?

Espero que sí.

Caesar sigue siendo una red flag enorme no se preocupen

Gracias por leer

Bye bye

Entre Criminales y Terapeutas: Un Matrimonio de Conveniencia {Caesar y tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora