Vivianne se encontraba frente a un gran listado de normas que Caesar le había proporcionado, detallando lo que se esperaba de ella para ser la esposa de Caesar. Mientras leía las instrucciones, algunas de ellas resonaban con un tinte de romanticismo, pero otras parecían cargar con un peso de toxicidad y control.
Entre las normas más tóxicas, se encontraban:
1. "Debes estar siempre disponible para mí, sin importar la hora del día o de la noche. Mi atención y mi compañía deben ser tu prioridad absoluta."
2. "No debes cuestionar mis decisiones ni expresar opiniones contrarias a las mías en público. Mi autoridad debe ser indiscutible."3. "Deberás renunciar a tu independencia financiera y confiar en mí para todas tus necesidades económicas. Mi poder y mi riqueza son tu seguridad."
4. "No permitiré que te relaciones con personas que considero una amenaza para nuestra relación. Deberás cortar todo contacto con aquellos que no apruebe."
Sin embargo, también había normas que reflejaban un lado más romántico y cuidadoso de Caesar:
1. "Siempre te protegeré y te cuidaré, velando por tu seguridad y tu bienestar en todo momento."
2. "Nunca te faltarán muestras de amor y cariño de mi parte. Mi amor por ti será constante y sincero, expresado de diversas formas cada día."
3. "Te apoyaré en tus metas y sueños, alentándote a perseguir tus pasiones y ser la mejor versión de ti misma."
4. "Juntos construiremos un hogar lleno de amor, confianza y complicidad, donde podamos enfrentar cualquier desafío unidos como equipo."
Mientras Vivianne revisaba el listado, se encontraba dividida entre la gratitud por el cuidado y la atención de Caesar y la incomodidad por la carga de expectativas y control que parecía venir con ser su esposa. Aunque algunas normas resonaban con un sentido de romance y compromiso, otras la dejaban preguntándose si realmente estaba dispuesta a sacrificar su libertad y su independencia por el amor de Caesar.
-Caesar ¿Por qué todo esto?- Pregunto Vivianne- Acaso temes que te deje por otra persona-
-Vivianne, sé que algunas de las normas que te he impuesto pueden parecer excesivas o incluso tóxicas, pero necesito que entiendas el contexto en el que estamos- Dijo Caesar-
-¿Qué quieres decir con eso, Caesar?- Pregunto Vivianne-
-Como pareja de un jefe de la mafia, nuestra relación está bajo constante escrutinio y peligro. En este mundo, las esposas son más que simples compañeras; son vistas como extensiones del poder y la influencia de sus maridos- Explicó Caesar-
-¿Estás diciendo que me consideras como un objeto, Caesar?- Pregunto Vivianne un poco triste-
-No, no es eso en absoluto. Pero en este entorno, las relaciones son complicadas y peligrosas. Necesito asegurarme de que estés protegida y de que nuestra relación no sea vista como una debilidad que pueda ser explotada por nuestros enemigos- Dijo Caesar-
-Entiendo que tu posición conlleva ciertos riesgos, pero ¿Eso justifica que me impongas normas tan restrictivas?- Dijo Vivianne con seriedad-
-Lo siento, Vivianne, pero en este mundo, la seguridad y el poder a menudo van de la mano. No puedo permitirme poner en riesgo tu vida o la estabilidad de nuestra relación. Necesito que confíes en mí y que entiendas que estas normas están destinadas a protegerte, aunque entiendo que puedan ser difíciles de aceptar-
-¿Tanto le temes a estar solo?- Pregunto Vivianne-
No hubo respuesta alguna, pero su silencio valían mas que mil palabras, Vivianne se levantó agarró un taburete y se subió a el para abrazarlo y verlo a los ojos.
-No voy a dejarte Caesar, no lo hare no quiero hacerlo, por qué al fin de cuentas se que tu también estas tan destruido como yo lo estoy por dentro- Dijo Vivianne con seriedad-
-Vivianne- Caesar dejó caer su rostro en el pecho de su pareja mientras ella lo seguía abrazando, lo hacía sentir tan debil y a la vez tan cómodo, parecía un embrujo-
-Ahora ¿Por qué no vamos al invernadero un rato? Anoche llegaste muy tarde a casa, vamos a echarnos una siesta juntos-
-Esta bien-
Vivianne y Caesar eran dos almas completamente destrozadas por sus propios demonios internos. Ella, una chica cuya infancia había sido marcada por las burlas y los complejos, criada en el seno de una familia completamente narcisista que le había hecho sentirse inferior y poco valorada desde una edad temprana. Creció luchando contra sus propias inseguridades y la sensación de no ser suficiente, tratando desesperadamente de encontrar su lugar en un mundo que parecía estar en su contra.
Por otro lado, él había sido criado para ser una máquina de matar, formado en un entorno despiadado y violento donde la fuerza y la brutalidad eran las únicas monedas de cambio válidas. Su infancia había sido robada por las exigencias de un mundo cruel y sin piedad, convirtiéndolo en un hombre endurecido por la vida, acostumbrado a sobrevivir a cualquier costo y a no mostrar debilidad ante nadie.
Sin embargo, a pesar de sus oscuros pasados y sus cicatrices emocionales, cuando estaban juntos, el mundo parecía desvanecerse a su alrededor. En los brazos del otro, encontraban consuelo y refugio, una pausa en la tormenta que había sido sus vidas. En esos momentos, el dolor y la desesperación se desvanecían, reemplazados por un profundo sentido de conexión y amor que trascendía todas las barreras.
Para Vivianne y Caesar, estar juntos era como encontrar un oasis en medio del desierto, un lugar donde podían ser ellos mismos sin miedo al juicio o la condena. En su amor mutuo, encontraban la fuerza para seguir adelante, para enfrentar los desafíos del pasado y del presente, sabiendo que mientras estuvieran juntos, nada podía derribarlos.
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Entre Criminales y Terapeutas: Un Matrimonio de Conveniencia {Caesar y tu}
FanficCaesar Alexdrovich Sergeyev era el hombre más poderoso y temido de toda Rusia, un hombre del que se decían muchas cosas, una de ellas era que carecía de emociones. Claro que había cierta psicóloga que de repente lo convirtió en un hombre débil e ins...