[ Antes de que Teresa llegara al Área, Emma fue la primera chica allí y sola tuvo que convivir con varios chicos sin la ayuda de ninguna presencia femenina. Y sin darse cuenta provoco que dos chicos se enamorasen de ella causando varios conflictos a...
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Había pasado exactamente un mes desde la llegada de Emma al Área, y el tiempo había pasado volando para ella. Dentro de su cabaña, dibujaba en un pequeño cuaderno que había encontrado en el baúl que llegó con ella. Sumida en sus trazos, recordó que ese día llegaría un nuevo novato, y se sintió emocionada, esperando con ansias que fuera una chica. Deseaba tener a otra chica en el Área, aunque sabía que las probabilidades eran bajas; aun así, una parte de ella mantenía la esperanza.
Estaba tan absorta en sus pensamientos que no notó el bullicio de voces hasta que fue imposible ignorarlo. Emma se levantó y salió de la cabaña, acercándose al grupo de chicos reunidos. —¿Qué sucede?— preguntó, confundida.
—La Caja está subiendo— respondió Gally con calma. Emma miró hacia la Caja y pudo ver que, en efecto, ascendía.
Su corazón se aceleró, ansiosa por saber si el nuevo sería una chica o un chico. Minho, que estaba a su lado, notó su emoción y sonrió con diversión. —¿Esperas que sea una chica, verdad?— le dijo, pillándola desprevenida.
—¿Cómo lo supiste?— respondió, un poco apenada al darse cuenta de lo obvia que debía parecer.
—Es fácil adivinar en qué piensas, rubia— bromeó Minho, con una sonrisa.
La Caja se detuvo y todos prestaron atención mientras comenzaba a abrirse. Emma buscó a Newt con la mirada y lo encontró cerca de la Caja, más adelante que ella. Se abrió paso entre los chicos hasta tener una mejor vista, y vio que dentro había un chico, no una chica. Se habría sentido desilusionada, de no ser porque el rostro del recién llegado le resultaba inquietantemente familiar: era él, el chico de su sueño. Era Thomas.
La luz del sol golpeó el rostro del nuevo, que miraba a todos con una expresión asustada. —Primer día, novato. Hora de levantarse— dijo Gally, divertido, mientras lo ayudaba a salir de la Caja.
Thomas estaba claramente desorientado y nervioso, y Emma sintió pena por él mientras el resto de los chicos lo rodeaban, aumentando su incomodidad. Preso de la confusión, el nuevo intentó correr, huyendo del alboroto.
—¡Tenemos un corredor!— gritó uno de los chicos, justo cuando Thomas tropezó y cayó, provocando risas en el grupo.
Aún agitado, Thomas fue llevado al pozo por Alby para que pudiera calmarse. Después de unos minutos, Alby volvió y, al ver que el novato se encontraba un poco más tranquilo, lo sacó para comenzar el recorrido de presentación por el Área.
Emma, mientras tanto, estaba en la enfermería atendiendo a un chico que había enfermado con fiebre. Le dio una pastilla y el chico le agradeció antes de salir. Emma, que ahora ayudaba en la enfermería junto con Jeff como parte de sus asignaciones, se quedó un momento a solas, pensando en Thomas. Era él, no había dudas, y la idea de que se conocieran antes de llegar al Área la confundía. ¿Debería contárselo? Pero quizás no era buena idea, considerando que Thomas ni siquiera recordaba su propio nombre todavía.
Estaba absorta en estos pensamientos cuando Thomas y Alby entraron a la enfermería. Alby estaba mostrándole cada rincón del Área al novato, explicándole que esa cabaña funcionaba como enfermería, aunque, lamentablemente, tenían recursos limitados, solo lo que la Caja les enviaba cada mes.
De pronto, Alby miró hacia Emma. —Novato, te sorprenderá saber que ella es la única chica que encontrarás por aquí— comentó, señalando a Emma.
Thomas la miró, con una mezcla de sorpresa y timidez, y le dedicó una leve sonrisa. —Hola.
—Hola, soy Emma— respondió ella, igualmente nerviosa. La idea de que él fuera Thomas, el chico de su sueño, le parecía casi irreal.
Thomas sintió algo extraño; aunque no recordaba nada de su vida anterior, la sensación de conocerla estaba ahí, latente en el fondo de su mente.
Instantes después, Alby y el novato salieron de la enfermería para continuar el recorrido, cuando Newt se unió a ellos. —¿Qué hay, Alby?— saludó, amistoso.
—Este es Newt, novato. Cuando yo no estoy, él está a cargo— explicó Alby, señalando a Newt.
Newt sonrió. —Qué bueno que nunca te ausentas— bromeó, y luego miró a Thomas. —Tu manera de correr casi me hizo pensar que podrías ser un corredor… hasta que te caíste de cara— comentó, provocando que Alby reprimiera una risa.
Hubo un breve silencio antes de que Alby hablara de nuevo. —Newt, hazme un favor y ve por Chuck— le pidió.
Newt asintió y se fue a buscar al chico. Alby, entonces, aprovechó para explicarle las reglas básicas del Área al novato, mientras Emma, aprovechando el descanso, salió de la enfermería para dar un pequeño paseo.
Thomas la miró mientras caminaba, siguiendo cada uno de sus movimientos sin que ella lo notara. Alby lo observó y le dio un codazo, divertido. —¿Linda, verdad?
Thomas se sonrojó de inmediato y desvió la mirada, avergonzado. Alby, reprimiendo una sonrisa, continuó con el recorrido, explicándole todo lo necesario para sobrevivir en el Área.
