Capítulo 9

47 5 17
                                    

Cuando tanto Yeosang como Hongjoong salieron del baño, y caminaron hasta la sala de estar, se detuvieron cuando vieron a Seonghwa parado junto a otro sujeto, que obviamente era Wooyoung, a unos pasos de la puerta.

Los ojos de Wooyoung se posaron en Hongjoong con tanta intensidad, que por un momento el aire en sus pulmones fue extraído con una exhalación, como si lo hubiesen golpeado en el estómago.

_ Hongjoong, _ un sonido grave y rasposo sale de su garganta, mientras da un paso hacia él.

_ Aléjate de mí, _ dice dando un salto detrás de Yeosang, como si intentara protegerse.

Hongjoong estaba muy confundido con respecto a lo que estaba pasando. ¿Qué carajo estaba haciendo Wooyoung en el departamento de Seonghwa? ¿Por qué se atrevió incluso a buscarlo? Pero por otro lado una especie de adrenalina corría por sus venas por ese mismo motivo. Porque Wooyoung vino hasta aquí. A buscarlo. A él.

_ Basta de juegos, Hongjoong, ven aquí _. Su voz tranquila, pero una nota de advertencia resonando en ella.

Mirándolo por encima del hombro de Yeosang, grita: _ ¡No! _ Y corre hasta la cocina, bordeando la isla y tratando de poner distancia con Wooyoung.

Un gruñido de enfado haciendo eco por cada rincón del lugar, sale desde el pecho de Wooyoung, mientras lo miraba con ojos dorados y con las facciones duras de un depredador, caminando hacia él.

_ Hongjoong. Ven. Aquí. _ Dice entre dientes enfatizando cada palabra.

_ No, _ repite obstinadamente, aplastando su espalda contra el borde de la mesada, acorralado.

Una de sus manos buscando algo sobre la superficie a ciegas, su corazón golpeando su pecho, mientras Wooyoung estaba a tan solo unos cuatro pasos de distancia de él.

Cuando Wooyoung da otro paso, Hongjoong toma entre su mano un paquete de algo y se lo lanza a la cara a Wooyoung. Pero sus reflejos fueron mucho más rápidos, y estirando el brazo lo ataja con la mano antes de siquiera que el objeto toque su rostro.

En unos movimientos imperceptibles para Hongjoong, Wooyoung apoya el paquete en la isla, y se abalanza hacia él, abrazándolo desde la cintura y los hombros, pegándolo a su cuerpo.

_ ¡Déjame! _ Pide mientras Hongjoong se remueve para tratar de alejarlo, empujándolo con los brazos, pero Wooyoung no se movió ni una sola pulgada.

Apretando su abrazo, sus labios se pegan a su oreja: _ Corazón, ya basta. Ya es suficiente, _ susurra suavemente, con cariño, un contraste casi doloroso con su tono anterior.

Y todo, absolutamente todo en Hongjoong se derrite. La pelea lo abandona. Sus terminaciones nerviosas se adormecen. Los pensamientos en su mente se esfuman. Cada rincón de su ser es bañado por una suave calidez. La fuerza de su cuerpo se escurre por sus poros. Hongjoong casi desmayado en los brazos de Wooyoung entierra su rostro en el hueco de su cuello.

Wooyoung simplemente lo levanta en forma nupcial, sosteniéndolo fuertemente contra su pecho, y se dirige hasta la puerta, antes de salir, saluda con un asentimiento de cabeza a la pareja que estaba parada, costado con costado, mirando la escena con la boca abierta.

Cuando la puerta se cierra detrás de Wooyoung y Hongjoong, Seonghwa y Yoesang se miran anonadados.

_ ¿Pero... qué carajo fue eso? _ Pregunta Seonghwa al borde de la risa histérica.

_ No lo sé, _ responde su novio arrugando la nariz, pero segundos después empieza a reírse alegremente.

_ ¿Debo preocuparme? ¿Rescatar a mi mejor amigo? _ Pregunta preocupado por el bienestar de Hongjoong, pero al mismo tiempo su estado de ánimo comenzando a ser contagiado por la risa de Yeosang.

Mi lobo siempre le aulló a tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora