Capítulo 11

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Del corazón. Del corazón. Del corazón.

Se repetía una y otra y otra vez en la mente de Wooyoung. Mareándolo, haciendo que se sintiera pesado, pero al mismo tiempo frenético. Las ruedas en su cabeza empezaron a girar sin control, las piezas del rompecabezas acomodándose en un gran descubrimiento.

Su cuerpo comenzó a temblar, podía sentir dentro de él, como su lobo estaba completamente agitado, llorando, aullando: Mi compañero estaba en peligro. Mi compañero. Sus garras arañando su pecho, queriendo acercarse a Hongjoong, abrazarlo, protegerlo. Pero Wooyoung se quedó dónde estaba, enterrando sus garras en la palma de sus manos hasta romper la piel, mordiendo la carne, el olor de su sangre filtrándose por su nariz. No quería ceder a ese impulso, de lo contrario no iba a tener la capacidad de concentrarse en las respuestas a sus dudas.

_ Dime que paso Hongjoong. Dímelo todo, _ su voz salió como un comando áspero, sobresaltando a Hongjoong otra vez. No era su intención asustarlo, pero, aunque lo intentara, no podía controlar sus emociones, por consiguiente, el tono de su voz. _ No omitas detalles, ¿entiendes? _ Gruño lo último.

Hongjoong lo miro con los ojos muy abiertos, su cabeza se movió en forma afirmativa lentamente mientras tragaba saliva, su nuez de Adán agitándose en el proceso. El latido enloquecido de su corazón llegando a los oídos de Wooyoung fuerte y claro. Su propio corazón sincronizando con el de Hongjoong.

Y aunque Hongjoong no le gustaba tocar este tema, ni recordarlo, por Wooyoung iba a intentarlo, así que, suspirando, comenzó a hablar:

_ Amm, tuve un problema en el corazón, _ su ceño arrugándose, tratando de recordar la explicación del doctor. Fueron muchas palabras, todas muy técnicas, y su mente no hizo el esfuerzo en ese entonces por retenerlas. _ Se llama, comunicación interauricular. Es un defecto de nacimiento. Es cuando las aberturas del corazón no se cierran. Se supone que lo hacen durante la gestación del embarazo o poco después que los bebes nacen. En mi caso no fue así _. Su cabeza baja hasta que su mirada se posa en el suelo, observando su color blanco ceniza, nunca le había gustado ese color, parecía que siempre estaba sucio. Lástima que era pobre, de lo contrario ya lo habría cambiado.

_ Hongjoong, _ llamo Wooyoung sintiendo como su mente estaba divagando en otra cosa.

_ Si, _ dice con una pequeña risita. _ Claro, _ su mirada vuelve a Wooyoung, que lo observaba fijamente. Se sintió un poco cohibido por su intensidad, pero prosiguió _. Se me diagnostico cuando tenía dieciocho años.

La respiración de Wooyoung se le quedo atascada en la garganta, casi ahogándolo. Dieciocho años, sus sospechas estaban tomando una forma tangible, un escalofrió recorrió su espina dorsal.

Sin saber el caos interno de Wooyoung, Hongjoong siguió hablando:

_ Empezó cuando me era imposible respirar con normalidad. No me pareció que fuese la gran cosa, porque me pasaba cuando hacia grandes caminatas, por ejemplo, desde la casa de mis padres hasta mi trabajo de tiempo parcial. Pensé que era porque no debía estar en forma. El ejercicio y yo no somos nada compatibles, _ dijo con una pequeña risita _. Pero los días pasaban. El tiempo pasaba, y cada vez me sentía peor. Podía incluso sentir el latido irregular de mi corazón golpear mi caja torácica, como si quisiera salir de ella. Y debo decirte que me asuste mucho. Así que se lo dije a mi mamá y a mi papá, y como era de esperar, me llevaron de inmediato al médico. Y bueno, después de varios estudios, me diagnosticaron la enfermedad.

El silencio cayo pesado y tenso sobre ellos cuando la voz de Hongjoong dijo lo último. Parecía como si eso fuese todo lo que iba a decir, y Wooyoung no estaba dispuesto a quedarse solo con esa mínima información. Necesitaba saberlo todo.

Mi lobo siempre le aulló a tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora