Sweet Icor [Chaggie]

Doubts & Thoughts

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Si había algo que le gustaba a Vagatha de ganar los entrenamientos, era poder tener el día completo para recomponer sus energías y sanar sus heridas. Al inicio optaba por simplemente ignorar le premio y seguir asistiendo al campo de entreno, pero conforme fueron pasando los días, quiso aprovechar las ventajas que su habilidad le ofrecía, ocupando su día en desarrollar nuevos hobbies, descubrir nuevas secciones de la biblioteca, o simplemente descansar en sj cama.

Esto último era lo más beneficioso para su cuerpo, especialmente luego de noches como la anterior. El castigo había sido brutal, normalmente duraba algunas horas, pero, al haber cometido dos faltas el mismo día, Lute se aseguró de corregirla hasta el último momento.

En algún punto de la noche, su cuerpo colapsó ante la unión del cansancio del día y las heridas provocadas por su educación, haciéndola caer en la inconsciencia en medio de aquella habitación. Las horas pasaron y poco a poco fue recobrando sus sentidos, sus ojos identificaron el lugar como su propio cuarto. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, Lute se había tomado la molestia de cargarla hasta aquí, después de todo lo que había hecho, aún se había preocupado por su comodidad. Definitivamente Dianne no sabía lo que decía, era claro que Lute la amaba, solo era un amor severo, como alguna vez le había explicado, pero amor al fin y al cabo.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el dolor en su cuerpo, demasiado resentido por todo el maltrato recibido. Vagatha decidió que lo mejor era darse un baño para poder cuidar adecuadamente sus heridas.

Dió un rápido vistazo a la cama, notando brillantes manchas doradas adornando las blancas mantas. Sería algo difícil de limpiar, así que mejor se daba prisa en su baño antes de que el icor se adhiera aún más al tejido.

Pudo apreciar mejor su reflejo en el espejo del baño, no solo las sábanas necesitarían lavado, parece que Lute la había dejado con las mismas ropas de anoche, tal vez no quiso invadir su privacidad y por eso dejó que las conservara... No quiso pensar más en eso, cambiando su atención a despojarse de las prendas que la cubrían. Tuvo que usar toda su delicadeza y paciencia para ello, la tela se había adherido a sus heridas, volviendo a abrir cada una de ellas a medida que la iba retirando.

Cuando terminó, su cuerpo estaba bañado en icor nuevamente, un pequeño charco formándose bajo sus pies. Definitivamente tenía mucho que limpiar una vez terminara de arreglarse. Vagatha soltó un suspiro antes de dejar correr el agua sobre su cabeza, su cuerpo ardía ante el más mínimo movimiento, pero debía limpiar sus heridas si quería que se curaran sin dejar evidencia de su efímera presencia.

Con cuidado lavó, secó y cubrió cada rasguño, moretón y corte que encontró, procediendo a ponerse su conjunto para días casuales, un lindo vestido lavanda sin mangas ajustado a la cintura con unas medias de líneas rosa y blanco, todo cortesía de Lute. Le había dicho que si la verían en público a su lado, debía llevar algo más que la sucia ropa de entrenamiento, así que ella misma le escogió un atuendo para que la menor usara fuera del campo. Vagatha se había sentido muy feliz cuando se lo dió, era el primer regalo que le daba luego de 3 años de relación.

Terminó de arreglarse, limpió el desastre que ocasionó en el baño y tomó las prendas manchadas para dirigirse a la lavandería del edificio. Pasó toda su mañana en ese lugar, pero finalmente había logrado eliminar todo rastro de icor de las telas. El resto del tiempo decidió ocuparlo descansando en su recamara, esperaba estar totalmente curada para el entrenamiento del día siguiente.

Los demás días pasaron sin mayores inconvenientes; asistía a sus prácticas, luego usaba su premio para recorrer la biblioteca o darse un tiempo de calma en la cafetería Fly Attar en el territorio de los winners, era un ambiente que siempre le daba paz y la comida de ahí era su favorita.