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ㅤSus ojos se abrieron exaltados sin recordar el momento en el que se cerraron cuando la puerta se abrió con un estruendo y un remolino en forma de un joven moreno de rizos y vendas cubriendo gran parte de su piel expuesta que se abalanzó sobre ella con los ojos llenos de lágrimas.

“Por favor, no vuelvas a hacer eso.”   Susurró el chico de goma aferrándose a su madre como si fuese su ancla, arrodillado sobre el suelo con el rostro escondido en el cuello de la mujer.

ㅤElizeth solo pudo sostener a su hijo con el corazón en un puño, acariciando sus suaves rizos intentando dejarle claro que estaba allí y no iba a marcharse.

“Estoy bien.”   Le respondió, sabiendo que tendría muchos pensamientos llenando su cabeza.

ㅤTras el estruendo enérgico de Luffy entró Ace y luego Mihawk. Ace miraba a Elizeth con aspecto nervioso, jugando con sus dedos con grandes ojos de cachorro. Ella le sonrió, extendiendo un brazo hacia él y no dudó un segundo antes de abalanzarse como lo había hecho su hermano. Sostuvo entre sus brazos a los dos niños, quienes a pesar de ser piratas temidos por muchos ella los veía como dos niños preocupados que necesitaban esa calidez maternal que la castaña les estaba otorgando.

“No le apretéis mucho.”   Habló Mihawk, que estaba necesitando todo lo que tenía de él para no agarrarlos a los dos por las orejas y alejarlos de ella.   “Podría abrirse la herida.”

ㅤLos grandes ojos de cachorro de Luffy la miraron apenado al levantar la cabeza, mirando a su madre con consternación.

“¿Estarás bien?”

“Claro que sí, mi niño. No es la primera marca que me queda.”   Bromeó acariciando su mejilla.

“Gracias, Elizeth.”   Ace la miraba con admiración y pena.   “Si no hubiese sido por tí, podría haber...”

“Pero no ha ocurrido. No iba a dejar que os ocurriese nada.”   Interrumpió ella sin querer siquiera que pensara en algo como eso.

ㅤLuffy seguía haciendo pucheros como un bebé que estuviese conteniendo el llanto, su madre sentía que se le calentaba el pecho ante la inocencia de su pequeño mientras acariciaba sus rizos chocolate mientras Mihawk observaba el momento improvisado encantado de ver a su amor tan feliz de nuevo.
ㅤTrafalgar se aclaró la garganta para llamar la atención de los presentes, quiénes se giraron para mirarle aunque sus oscuros ojos estaban puesto en la pirata que aún guardaba reposo.

“Tengo aún una cosa más que comunicar.”   Comenzó con voz pausada y tranquila.

“¿Qué es?”   Se adelantó Mihawk con el ceño fruncido, todo su cuerpo tenso ante la simple idea de que hubiese algo malo en su evaluación médica.

“Bueno, cuando estuve tratándola me percaté de una anomalía y quise conocer de qué se trataba.”   Trafalgar viajaba su mirada entre Mihawk hasta Elizeth.  “Tienes dos meses de embarazo, señorita Elizeth.”

La habitación volvió al silencio, todos coincidiendo en la sorpresa grupal. Todas las miradas se posaron en ella, quién aún parecía estar intentando procesar lo que aquella noticia significaba para ella en su futuro. Sus ojos se llenaron en de lágrimas mientras buscaba con la mirada a Mihawk, que en un pestañeo estuvo a su lado sosteniendo su mano preocupado por aquella reacción, en sus ojos dorados podía verse reflejados la preocupación y también la sorpresa.

“Mihawk...”   Susurró ella con voz temblorosa, y el nombrado casi cayó de rodillas al ver los ojos llenos de emoción y felicidad de Elizeth.  “Vamos a ser padres.”

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐄𝐀 𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇 |  𝗗𝗿𝗮𝗰𝘂𝗹𝗲 𝗠𝗶𝗵𝗮𝘄𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora