Villana, Te Mimaré [GL]

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Capítulo 27 - La vencí (Fin)

"Presidente Yuan, es una llamada de Mu Sen", el asistente le pasó el teléfono a Ah Xin con expresión sombría.

Ah Xin cogió el teléfono y, al otro lado, oyó la voz de Mu Sen: "Lin Siya está conmigo".

"¿Qué quieres?" El tono de Ah Xin seguía siendo tranquilo, pero su ayudante notó algo aterrador en ella. La Presidenta Yuan siempre había sido excepcionalmente amable, pero ahora, aunque lucía una sonrisa, era una sonrisa más aterradora que si no sonriera en absoluto. El aire a su alrededor pareció congelarse y su ayudante no pudo evitar un escalofrío.

"El presidente Yuan es mucho más razonable que Lin Siya", se rió Mu Sen entre dientes, "Quiero los resultados de la investigación para 'Renacimiento'. Si el Presidente Yuan está de acuerdo, liberaré a Lin Siya".

"Estoy de acuerdo."

Mu Sen estaba bastante sorprendido, y la brisa marina con un toque salado le devolvió la cordura. "Nunca esperé que el Presidente Yuan estuviera dispuesto a renunciar a tanto por Lin Siya. Presidente Yuan, será mejor que no involucre a la policía en esto; de lo contrario, no podré garantizar la seguridad de Lin Siya. En ese caso, es mejor que el Presidente Yuan venga solo con el objeto".

"De acuerdo", respondió Ah Xin, "También tengo una condición: no hacerle ningún daño". Bajó la mirada y sonrió: "De lo contrario, no podrás soportar las consecuencias. Supongo que ya no estás en el país, así que no hay necesidad de molestar a la policía".

La cooperación de Ah Xin inquietó un poco a Mu Sen, pero se dio cuenta de que en ese momento estaba fuera de la jurisdicción de las autoridades. Sería difícil que le detuvieran, y cuando Ah Xin llegara, no habría incidentes inesperados.

"La presidenta Yuan sólo tiene que mantener su teléfono disponible, y yo me pondré en contacto con usted de forma proactiva cada vez que llegue a una nueva ubicación", dijo Mu Sen, sin querer decir nada más. Una vez que tuviera "Renacimiento" en sus manos, viviría una vida de riqueza y comodidad.

Colgó el teléfono, se sentó en la cubierta del barco y miró a Lin Siya, que seguía inconsciente. Dejó escapar una fría carcajada y le dio una bofetada que la despertó. La mitad de su bonita mejilla se puso roja por el impacto. Estaba aterrorizada y trató de alejarse de la amenazadora presencia de Mu Sen.

"Ya Ya", el rostro de Mu Sen mostraba una sonrisa familiar, pero para Lin Siya era una sonrisa siniestra. No podía precisar en qué momento el chico que había conocido, que había sido tímido y juvenil, se había vuelto tan aterrador y sombrío. "No me culpes, Ya Ya. Si aceptas estar conmigo, no te trataré así".

"¿Qué quieres, Mu Sen?"

Mu Sen se agachó frente a Lin Siya, sujetándole la barbilla. "Yaya, eres hermosa, pero he perdido el interés en ti. El Presidente Yuan prometió cambiarte por 'Renacimiento'".

"Tú..." Lin Siya dijo asombrada: "¿Quieres 'Renacimiento'?".

Mu Sen sonrió, "¿Quién no quiere 'Renacimiento'? Está causando sensación en todo el mundo. Casi nadie, ningún país, lo rechazaría. Es increíblemente tentador, incluso más que una mujer hermosa".

"¿Sabes que si hubieras aceptado estar conmigo, no estaríamos en esta situación?". La expresión de Mu Sen se volvió siniestra, y Lin Siya no pudo evitar permanecer en silencio. Sentía que Mu Sen no estaba en sus cabales. "Si estás de acuerdo, me convierto en el heredero de la familia Mu, no en ese hijo ilegítimo que apareció de repente y me lo quitó todo. El viejo dijo que me fui al extranjero sólo para perseguir a una mujer, y no aprendí nada. Si realmente puedo ganarte, me entregará a la familia Mu. Ese despreciable hijo ilegítimo será expulsado de la familia Mu".