Villana, Te Mimaré [GL]

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Capítulo 42 - Nos encontramos por casualidad (5)

A la mañana siguiente, temprano, Su Wan se preparó y salió de su habitación. Por costumbre, su mirada se desvió hacia la zona de la cocina, y efectivamente vio a Ah Xin en la cocina. Ah Xin sostenía un termo, y cuando levantó la vista y sonrió suavemente, Su Wan no pudo evitar que sus labios se curvaran.

"Sabía que no tendrías tiempo de comer, así que te lo he metido en el termo".

Su Wan se apresuró a bajar y se puso delante de Ah Xin, cogiéndole el termo. "Gracias, Qin Xin. Contigo cerca, siento que tengo que pasar al menos dos horas en el gimnasio los fines de semana, o me volveré redonda como una pelota." Su Wan bromeó: "Es porque tu cocina es tan deliciosa que no soporto dejar ni un bocado".

"En ese caso, la próxima vez que prepare ingredientes, elegiré algunos que sean menos propensos a causar aumento de peso". Ah Xin hizo un cambio inconsciente y Su Wan se sintió algo avergonzada. "No te preocupes por eso; ya está bien que tengamos algo que comer. No soy exigente y tus dotes culinarias son impecables".

"De acuerdo, ahora tengo que ir a trabajar. Deberías comer rápido y dirigirte al trabajo también".

De camino a la oficina, el teléfono de Su Wan sonó, y ella contestó la llamada. La voz de Ye Xiaoge llegó desde el otro extremo, sonando ronca y no en muy buenas condiciones. "Wan Wan, ¿estás realmente enfadada conmigo?"

"No", respondió Su Wan, con la mirada fija en la carretera que tenía por delante, su tono ligero e indiferente. "Llamaste temprano por la mañana; ¿pasa algo?".

"Wan Wan, parece que me he resfriado".

Su Wan hizo una pausa y continuó: "Entonces tómate una medicina".

"No puedo levantarme, me duele mucho la cabeza. Cuando vengas, ¿puedes traerme algo?" La voz de Ye Xiaoge continuó, entrelazada con una queja sin igual. Si no hubiera sido por los días relajados de las últimas semanas, Su Wan podría haber estado muy ansiosa y preocupada, e incluso podría haber perdido la concentración mientras conducía. Hace poco más de diez días, Ye Xiaoge todavía ocupaba un lugar importante en su corazón.

No, ella todavía tenía la esperanza de que podría traer a Ye Xiaoge de vuelta a su lado con su ternura y amabilidad. Ella simplemente no había salido de esa mentalidad en ese momento. Más tarde, cuando pensó en ello, comprendió su dolor pasado y su reticencia, y gran parte de ello provenía de su falta de voluntad. No estaba dispuesta a aceptar que las coles que había cultivado diligentemente durante siete años se las hubieran llevado los jabalíes. Ahora, ella había dejado más o menos ir.

Basándose en sus años de gestión de la Corporación Su, analizó los sentimientos de Ye Xiaoge por ella en un instante. No pudo evitar soltar una risita. Xiaoge no podía soportar perder su amor, pero tampoco quería perder su ternura. Ella quería tenerlo todo perfectamente.

"Tengo que ir a la oficina ahora; hay algo importante. Recuerdo que te gusta comprar por Internet. Si no tienes medicinas para el resfriado en casa, puedes pedirlas en una farmacia online. Te lo llevan a casa en menos de media hora. Yo tardaría al menos una hora en llegar a tu casa y, por tu salud, creo que es mejor que te lo entregue la farmacia."

"Si tienes fiebre alta y te encuentras mal, te sugiero que llames a urgencias". Los labios de Su Wan se curvaron ligeramente. "Xiaoge, ¿no estabas preocupada por cómo hacer las paces con Qin Feng anoche? ¿No es esta una oportunidad? Si puedes aguantar un poco, llama a Qin Feng y dile que estás gravemente enferma. Creo que, por el amor que te tiene, aunque esté en el extranjero, volará al instante a verte. Ahora es tu oportunidad".

Al otro lado de la llamada, Ye Xiaoge, que había estado esperando consuelo y había estado esperando que Su Wan estuviera ansiosa y preocupada, se sentó estupefacta en su cama, con la mente algo en blanco. No podía creer que la persona que le hablaba con tanta seriedad y frialdad fuera la misma Su Wan que siempre se había preocupado por ella.