Cap 4

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IV

Al entrar pude escuchar el sonido de las ollas y platos en la cocina junto a la antigua música en la radio, mi madre estaba preparando el almuerzo. Fui hasta donde se encontraba ella canturreando y sigilosamente me detuve a su lado poniendo mi brazo en su hombro.

-¿Qué cocinas?- la sentí dar un brinco por el pequeño susto.

-oh Leo, menudo susto. ¿Tan pronto de vuelta? Pensé que te tardarías más- me dijo con una sonrisa moviendo la comida en la sartén y quitando luego la música.

-bueno, sólo no demoré- sería embarazoso decirle que una chica que medía una cabeza menos que yo me había echado del lago- conocí a alguien en el lago- no estaba seguro de decirle, pero al final lo hice, después de todo no era nada serio. ¿No?

-¿En serio? ¿Había alguien pescando o algo así?- me miró unos segundos para devolver su mirada a lo que hacía y bajar la comida del fuego, todo bajo mi curiosa mirada.

-de hecho no- rodeé la isla de la cocina hasta la nevera- era una chica- tomé una soda y la abrí para proceder a beber de ella.

-¿Otra amiga?- dijo riendo- se te pegan muchas chicas, ¿no crees?- se podía sentir el orgullo en sus palabras y me hizo reír por lo bajo, si supiera que con ambas había pasado momentos sumamente vergonzosos, con la segunda más que con Katherine.

_¿Cómo dijo que se llamaba? ...
Oh sí, Coraline_

-Quizás podrías invitarlas a cenar, sería muy bueno crear "amigas" desde ya, ¿no?- aquello gritaba doble sentido por todas partes.

-mamá, sé perfectamente a qué quieres referirte.

-¿en serio?- ahora se encontraba sirviendo la lasaña en nuestros respectivos platos.

-ajam- comencé a ayudarla a poner la mesa. La sentí suspirar y mirarme.

-Leo, tu relación con Verósika no va a durar nada a la distancia en la que se encuentran, deberían ser maduros y terminar todo ese juego- la miré mal.

-por favor mamá, no otra vez esta conversación- me pasé mi mano por el rostro- deja de tratar de meterte en nuestra relación, es nuestra, no tuya ni de papá. Si quiero seguir con Verósika seguiré con ella, ya encontraré alguna solución, no lo sé.- mi relación era un tema muy tocado por mis padres, ya que nunca la aceptaron, siempre trataron de interponerse un poco en ella, nunca lograron nada, pero ya estaba agotado de ello.

-solo trato de ayudarte, lo digo por experiencia Leo. No hace bien aferrarse a una relación muerta, tarde o temprano le hará daño a alguno de los dos.

-mamá, aprende a aceptar que esta es mi vida, mía, no de ustedes. Por favor, no vuelvas a hablar de ello.- la habitación quedó en completo silencio, solo se escuchaba el ruido de lo cubiertos en los platos.

-está bien- la miré- si no quieres que me entrometa más, no lo haré. Pero luego no me digas que no te lo dije.

Ella no me habló más por el resto de minutos que estuvimos comiendo, tampoco me miró durante las siguientes dos horas y evitó todo contacto posible, estaba sumamente molesta, pero ella debía entender que ya no era un niño pequeño y menos un imbécil manipulable, yo ya no quería esa sobreprotección, debía equivocarme y cometer errores de vez en cuando, que esperaba no hacerlo, claramente no quería que mi relación acabara así como así...

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