Sometida por un Orco

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Mucho tiempo después, Cattleya comenzó a dar a luz a numerosas crías de goblins a las que recibía con cariño cada vez que salían de su cuerpo.

- No llores mi pequeño, Mamá esta aquí.

El instinto maternal de Cattleya todavía estaba acompañándola, a pesar de que estas criaturas pronto dejarían de verla como una madre para hacerla suya también, continuando con el siclo reproductivo de esta vil especie.

Los demás goblins estaban impacientes porque terminara de parir para continuar haciéndola suya dentro de la cueva. Es así como la mujer tenia sexo con sus nuevos dueños mientras amamantaba a sus crías. Sentía satisfacción al ser penetrada mientras los pequeños monstruos verdes bebían de su leche.

Pero algo llamo la atención de todos.

Su nido estaba bajo ataque. Muchos goblins fueron a la puerta armados para atacar la amenaza que se presentaba en el lugar. Cattleya se quedo junto a los bebes, en caso no pudieran contra esa amenaza.

Ella pensaba, muy en el fondo, que haría si los atacantes fueran aventureros como ella. No sabia si podría ser capaz de irse y dejar a sus bebes. Incluso pensó en atacarlos si intentaban hacerle daño, pero no estaba segura. Tanto había afectado su mente el continuo uso del afrodisíaco que ya no sabia que es lo que debería hacer en un momento como este.

Entonces, un gran orco entra al nido, olfateando el lugar con su gran nariz.

Las intenciones del monstruo eran las de saquear el lugar y conseguir comida, pero había encontrado algo mejor. Cattleya, una mujer muy atractiva, fuerte y fértil había sido capturada por los goblins y ahora ella seria de su propiedad. Los orcos se separan de su comunidad cuando están en etapas de apareamiento, buscando una hembra de su especie o semejantes  (humanas, semihumanas, etc) que tenga atributos ideales para su estilo de vida combatiente.

- Espera... un momento.

El orco pone sus manos sobre la hembra humana y la revisa fijamente. Cattleya teme por su seguridad y la de sus crías, pero pronto el invasor toma a uno de sus pequeños y lo arroja con fuerza contra la pared. Esto causa una sensación de impotencia en ella, quien golpea al orco con todas sus fuerzas, pero este se recupera rápidamente devolviendole el golpe.

Una vez en el suelo, es fácil aprovecharse de ella. Saca su miembro y comienza a penetrarla por detras. Como es un ser de inteligencia muy básica, termina penetrando el recto de la mujer humana, causándole mucho dolor al no esta lubricada. Sin embargo, este dolor comenzaria a gustarle, pues habia desarrollado una actitud masoquista desde que los goblins la habian capturado.

- Espera... tratame con cuidado... me terminaras rompiendo...

Pese a sus avisos, el orco continuo con el sexo hasta que termino corriendose dentro de ella. El sexo de Cattleya estaba bastante húmedo, producto de su excitación. Sabiendo que su suerte estaba echada, decidio dedicarse a satisfacer al orco hasta que este se distrajera y pudiera escapar con las crias que aun estaban escondidas. Asi que saco el miembro del orco y lo introdujo en su vagina, esperando asi que pueda llenarla con todo su semen sin lastimara más.

El Orco la sacude con fuerza, mucho más que la fuerza con la que la follaban los pequeños goblins. Esto comienza a gustarle mucho más a ella, quien al sentirlo más parecido a un humano comienza a hablarle.

- Eso es... sigue asi.... Acaba dentro de mi. Usame como lo hicieron esos goblins.

El sexo continua por un buen rato, hasta que el cansancio puede más con ella y termina durmiéndose.  Al despertar, se da con la horrible imagen de que sus crias habian sido aplastadas por el orco, quien se estaba comiendo algunas de ellas en su presencia. Este, al verla despierta, continuo satisfaciendo sus necesidades biologicas con ella, obligandola a hacer un oral.

Ella estaba muy triste por la perdida de sus bebes, pero el placer producido por el sexo con su nuevo amo pudo más que ello haciendola sentir mejor. Rindiendose al placer.

El Orco paso el dia haciendole el amor, para luego arrastrarla hasta otro lugar de la mazmorra. Este parece una especie de pantano en donde el Orco tenia un lugar donde vivir. A partir de alli iba a tomar a Cattleya como una reproductora y tener descendencia con ella.

A diferencia de los goblins, quienes solo quieren mujeres humanas para sacarles todas las crías que puedan y luego comérselas, los orcos establecen una especie de relación monógama con la hembra secuestrada dandole un lugar como madre dentro de su primitivo concepto de familia.

- Tu, madre. Yo, esposo. Tu tener hijos, yo proveer alimento.

Esas fueron las palabras que sorpresivamente ella termino escuchando de su nuevo amo. A pesar de jugar a negarse a estar con él, ella realmente disfrutaba de cada momento de sexo con el. Los dias transcurren y en sexo es mucho mas escandaloso, haciendo que ella gima con fuerza y, más tarde que temprano, sean escuchados por otro tipo de habitantes de la mazmorra.

Pasan los meses, y Cattleya vuelve a estar preñada. Esta vez el orco si parece tener afecto hacia la vida que ella esta esperando en su cuerpo y es menos brusco con ella con el fin de no perjudicar a su descendencia.

Pero como ha pasado antes, la aparente felicidad de Cattleya se veria interrumpida por visitas no esperadas.

Cattleya: Prisionera de las circunstanciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora