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Los primeros rayos de sol se filtraban por la ventana cuando Yoongi se despertó temprano esa mañana.
Habían pasado ya tres meses y podía decir que eran los mejores.
Se puso de pie y se dio una rápida ducha y con un corazón palpitante, se dirigió a la cocina para preparar un delicioso desayuno para él y Jimin.
Yoongi entra en la cocina con una sonrisa radiante, sintiendo las mariposas en su estómago al ver a Jimin allí.
- Buenos días, Jiminie. Espero que hayas dormido bien. - sonríe mirando sus bonitos cabellos castaños revueltos.
- Buenos días, Yoongi. Sí, dormí muy bien, gracias. - sonríe.
Yoongi se pone manos a la obra, preparando con destreza los ingredientes para el desayuno.
-Qué te apetece para desayunar hoy, Jimin? Puedo hacer unas deliciosas tortitas o quizás unos huevos revueltos con tocino. - ríe. - Solo eso, no se preparar nada más. - decir apenado.
-Ambos suenan deliciosos! Sorpréndeme, Yoongi. - dice sonriendo y Yoongi no puede evitar sonrojarse.
Todo lo que ese hombre haga lo hace sentir así.
Yoongi asiente con una sonrisa, sintiendo la emoción burbujeando en su interior mientras se sumerge en la preparación del desayuno.
-Por supuesto. Voy a hacer lo mejor que pueda.
Mientras Yoongi preparaba el desayuno con habilidad y cuidado, el delicioso aroma llenaba la cocina, creando una atmósfera acogedora y reconfortante. Jimin, sentado en la mesa, escuchaba atentamente cada movimiento de Yoongi, deleitándose con el sonido de sus pasos y su suave tarareo. Una sonrisa jugueteaba en sus labios mientras se sumergía en la música y el aroma que llenaba el aire.
Con Yoongi allí la casa ya no se sentía más sola:
- Parece que estás de muy buen humor hoy.
Con un gesto suave, Jimin se levanta de la mesa y sigue el sonido de la voz de Yoongi hasta encontrarlo.
Silenciosamente, Jimin rodea con sus brazos la cintura de Yoongi, sintiendo el calor de su cuerpo bajo sus manos.
- ¡Ay! Me asustaste. - dice apenado mientras Jimin recarga su barbilla en el hombro de Yoongi.
- Estoy aquí, Yoongi. Solo quería estar cerca de ti.- dice con cariño.- El aroma de la comida es delicioso, pero prefiero abrazarte a ti.
Yoongi se queda quieto por un momento, sintiendo la calidez del abrazo de Jimin y la ternura que emana de él.
- Me alegra que estés aquí, Jimin. Gracias. - limpia sus manos y en un movimiento rápido se voltea para quedar frente a Jimin. - Me alegra estar aquí. - dice mientras mira el bonito rostro de Jimin mientras lo ve sonreír, Jimin se acerca a su rostro y deja un besito en su cabeza.
- Se va a quemar el desayuno si seguimos así. - Jimin ríe y siente como Yoongi da un respingo y vuelve a lo que estaba haciendo.
🩵
En la oscuridad de la noche, Yoongi se encuentra caminando por un bosque sombrío y desolado, donde el viento sopla frío y los árboles se retuercen en formas grotescas. Una sensación de terror lo envuelve mientras busca desesperadamente a Jimin, pero no importa cuánto corra, nunca puede alcanzarlo.donde cada paso que daba lo alejaba más, no importaba cuánto gritara su nombre, no podía encontrarlo.
El terror lo envolvía, dejando un sabor amargo en su boca mientras el pánico se apoderaba de él. Cada rincón estaba lleno de sombras y peligro, y la sensación de pérdida y desesperación lo consumía por completo.
Una voz susurra en la distancia, llenando su corazón de un miedo indescriptible. Cuando se gira para buscar a Jimin, se encuentra con una imagen aterradora: Jimin, tendido en el suelo, inmóvil y pálido, con los ojos cerrados para siempre.
Yoongi grita en agonía, tratando desesperadamente de despertar de esta pesadilla, pero está atrapado en su propio tormento. Siente como si su corazón se rompiera en mil pedazos mientras se enfrenta a la pérdida de la única persona querealmente importa en su vida.
-Yoongi. - escucha una voz.
-Yoongi. - siente como lo mueven y por fin abre los ojos.
Jimin yace frente a él mientras tiene el rostro preocupado, la luz de la luna le alumbra y lo primero que Yoongi hace es acariciar su rostro.
El simple pensamiento de perder a Jimin, incluso en un sueño, era suficiente para hacer que su corazón se encogiera de dolor.
-¿Que pasa? ¿Estás bien?. - pregunta mientras tantea para llegar al rostro de Yoongi y con delicadeza limpia las lágrimas.
El sollozo tan desgarrador de Yoongi, lo había despertado.
-Fue... fue horrible. Sentí que te perdía y... no podía hacer nada para detenerlo. - lo escucho sollozar de nuevo.
Jimin lo abraza con suavidad, transmitiendo todo su cariño y apoyo a través del contacto.
-Estoy aquí, Cariño. No iré a ninguna parte. Todo está bien ahora.. - acaricia la espalda de Yoongi mientras sigue sollozando.
Entre sus brazos Yoongi se siente seguro y protegido, Juntos, se acuestan en la cama, con Jimin envolviendo a Yoongi en un abrazo reconfortante. La calma y la tranquilidad llenan la habitación mientras ambos se sumergen en un sueño reparador, sabiendo que tienen el uno al otro para apoyarse en cualquier momento.
Su amor crece cada día más
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