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Yoongi miraba a Jimin mientras manejaba, se sentía nervioso. Luego de que se despidieran subieron al auto y han estado en silencio desde entonces.
Jugaba sus manos con nerviosismo, no recordaba haber hecho o dicho algo mal, que lo haya dejado mal frente a los demás, que lo haya avergonzado.
Mordió su labio inferior y se decidió a hablar.
—¿Hice algo?. — pregunta mirando a Jimin quien le mira un par de segundos y luego desvía a otro lado.
— ¿Sobre qué?
—No lo sé, si dije o hice algo mal, lo siento. — bajo la mirada a sus manos.
—No hiciste nada malo, Yoongi.
No lo miró, Yoongi solo termino por asentir y en todo el regreso se quedaron en silencio.
Yoongi mira la mansión, no quiere quedarse en ese gran lugar solo, pero cuando Jimin se puso estaciona no puede hacer más.
Suelta un suspiro tan lleno de frustración y tristeza, que termina bajando del auto con la mirada baja sin siquiera haber visto como Jimin luchaba internamente por no dejarlo ir y tampoco lo escucho bajar.
— Gracias por traerme. — dijo con la mirada baja pero no espero que lo tomen del mentón para alzar la mirada encontrándose con esos bonitos ojos chocolate.
Yoongi parpadea nervioso mientras Jimin parece observar detalladamente su rostro. — No tengo mucho que ofrecerte, pero tengo una cama muy amplia y puede que te sientas cómodo. — miró alrededor. — Mi departamento no es una mansión y la comparto con Jungkook. — Yoongi frunce el ceño y Jimin sonríe para pasar las yemas de sus dedos por el entre cejo. — pero si quieres venir a pasar el fin de semana conmigo, con nosotros, puedes hacerlo.
Yoongi hace un pequeño puchero que a Jimin se le hace adorable, baja las llenas de sus dedos hasta la mejilla del pálido y luego desliza su dedo pulgar sobre los delgados labios mientras los mira, luego su mirada se posa en los bonitos ojos de Yoongi que le miran.
—¿Vienes o prefieres quedarte aquí?. — pregunta mirándolo ya que no obtiene ninguna respuesta, Yoongi niega y se lanza a abrazarlo.
— Iré a dónde tú estés. — esconde su rostro en la curvatura del cuello y el hombro y Jimin lo toma de la cintura.
— Bien, entonces vamos. — lo aleja un poco para mirarle, puede ver los ojitos de Yoongi brillosos y no sabe si es por la luna, porque quiere llorar o por él.
Aunque la verdad es más por él que por nada.
Yoongi asiente y toma su mano para entrelazar las juntos, no quiere que se vaya, que se aleje, que solo sea una broma así que lo conduce dentro de la casa hasta su habitación y toma una mochila en donde comienza a guardar ropa, mucha ropa.
Solo se va por el fin de semana y aunque Jimin sabe que está llevando mucho, prefiere no decirle nada.
Lo ve terminar de guardar todo y con una pequeña sonrisa le mira.
