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El concierto llega a su fin, y mientras los fanáticos aplauden y vitorean, Yoongi siente un nudo en el estómago al darse cuenta de que Suho y el otro hombre aún lo esperan. A pesar de sentirse nervioso e incómodo, sabe que no puede evitar enfrentarse a ellos. Con paso vacilante, se dirige hacia donde están, tratando de mantener la compostura ante la presión abrumadora que siente.
Suho y el otro hombre le dan una cálida bienvenida, pero para Yoongi, cada palabra y gesto parece cargado de tensión y peligro. Trata de ocultar su incomodidad detrás de una sonrisa forzada, pero por dentro su corazón late con fuerza, lleno de ansiedad y temor.
Siguiendo a Suho y al otro hombre, Yoongi se siente como si estuviera caminando hacia lo desconocido, sin saber qué les espera en esta cena de trabajo. La incertidumbre lo consume mientras intenta prepararse para lo que pueda venir.
Llegan a un lujoso restaurante donde la comida ya le espera, el otro hombre comienza a hablar respecto a algo que Yoongi no puede prestar atención.
Mira la pantalla de su celular y la hora, solamente han pasado veinte minutos desde que ha llegado y siente como si hubiera estado una hora ya.
La cena comienza con una atmósfera tensa mientras Suho y el otro hombre inician la conversación sobre negocios. Yoongi se siente como si estuviera en una pesadilla, pero se obliga a mantener la compostura mientras escucha atentamente las palabras de Suho.
— Es un placer finalmente conocerte en persona, Agust, la verdad es que siempre escuché maravillas de tu persona, ya sabes. — ríe.
Yoongi asiente con cortesía, sintiendo el peso de la formalidad en las palabras de Suho. A pesar de la cordialidad aparente, sabe que detrás de esa sonrisa hay un peligro latente.
— El placer es mío, señor Kim. escuché que es uno de los inversionistas de la empresa de Jin Hyung.
El otro hombre asiente en señal de acuerdo, observando a Yoongi con una mirada penetrante que envía escalofríos por su espalda.
La conversación continúa, pero para Yoongi, cada momento se siente como una eternidad mientras lucha por mantenerse firme frente a la presión abrumadora que siente en la habitación.
El hombre que acompaña a Suho se disculpa abruptamente y se levanta de la mesa para atender una llamada, dejando a Yoongi a solas con Suho. A pesar del intento por mantener la calma, Yoongi siente el peso de la mirada de Suho sobre él mientras toma un sorbo de su bebida, tratando de ocultar su nerviosismo. Siente como si estuviera siendo evaluado minuciosamente, como si cada movimiento suyo estuviera siendo escrutado con detalle.
Los segundos pasan en un silencio incómodo, y Yoongi lucha por mantener la compostura bajo la presión abrumadora que siente.
Finalmente, Suho rompe el silencio con una sonrisa siniestra, enviando escalofríos por la espalda de Yoongi.
