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Jimin se despierta con determinación, anticipando el día por delante. Aunque no puede ver el resplandor del amanecer, su corazón está lleno de energía y entusiasmo. Se levanta con cuidado, sintiendo el suelo bajo sus pies mientras se dirige a la cocina. Con una sonrisa en el rostro, comienza a preparar un desayuno tradicional coreano para su nuevo inquilino.
No es que haya tenido muchos anteriormente, en realidad Yoongi era el primero así que quería hacer algo por el.
Con ayuda de Hoseok tiene acomodado sus cosas de una manera muy específica en donde sabe que no se puede confundir, suele dejar las cosas donde y como las tomo para no tener ningún problema o sufrir algún accidente.
Esta tan concentrado en lo que hace, hasta que escucha pasos y luego la puerta (que es de vaivén) suena.
- Buenos días, Yoongi. Espero que tengas hambre, estoy preparando el desayuno. - trata de sonar amable aunque la verdad no sabe cómo sentirse.
- Buenos días, Jimin. Huele delicioso, ¿puedo ayudarte en algo? - el pálido trata de sonar lo más amable posible, aunque no mentía, realmente olía delicioso.
Jimin se sorprende gratamente por la oferta de ayuda de Yoongi. Aunque apenas se conocen, su gesto amable lo hace sentirse más cómodo en su propia casa.
- ¡Claro, Yoongi! ¿Podrías cortar algunas verduras para la sopa mientras yo termino de preparar el arroz?- pregunta amable y luego se queda pensativo. - Si no están aquí sobre la meseta están en el refrigerador.
Yoongi se acerca a la cocina y comienza a ayudar, siguiendo las instrucciones de Jimin con atención. Mientras trabajan juntos, comienzan a conversar, compartiendo historias sobre sus vidas y descubriendo intereses comunes.
-Cómo aprendiste a cocinar? - pregunta Yoongi mientras corta las verduras.
- Bueno, tuve que aprender a desenvolverme en la cocina desde joven. Mis padres me enseñaron y, con el tiempo, desarrollé mi propio estilo. - sonríe con ternura recordando a sus padres.
A medida que el desayuno toma forma, ambos se sienten más relajados y abiertos el uno con el otro. Jimin aprecia la actitud amable y considerada de Yoongi, mientras que Yoongi se siente atraído por la calma y la confianza de Jimin.
Una vez que el desayuno está listo, Jimin y Yoongi se sientan juntos a la mesa, compartiendo una comida deliciosa.
- ¿Puedo preguntar algo?. - dice Yoongi mientras bebé de su jugo que el mismo preparó para ambos.
-Claro!.
-¿por qué vives aquí?
-Oh, bueno la realidad es que está casa era de mis padres. - Yoongi ve como Jimin tantea en la mesa y le acerca las servilletas de papel. - luego de que ellos murieran el año pasado, decidí quedarme aquí. Sé que no es la gran cosa pero tiene un significado importante para mí, he vivido toda mi vida aquí y por mi condición me sefiannuy difícil adaptarme a otro lugar.
- Entiendo. - Yoongi asintió.
-¿Y tú?
-¿Yo?. - pregunto Yoongi confundido.
-¿Por qué veniste aquí?
Yoongi le miraba, según los chicos Jimin no sabía quién era y prefería dejar las cosas así.
- Tuve unos problemas con unos chicos, Taehyung es muy sobreprotector conmigo y me dijo que lo mejor era alejarme de la ciudad.
-¿Eres uno de esos chicos que se meten mucho en problemas?
-No, no. - negro. - fue solo un malentendido.
-Enriendo. - Jimin asintió. - ¿Y que te gusta hacer?
- Me gusta escribir, también me gusta tocar el piano y la guitarra. - hizo una pequeña sonrisa.
-¿Guitarra? ¿Puedes enseñarme? Hoseok lo intento, pero no tiene paciencia. ¿Tu tienes paciencia?
- No, pero puedo intentarlo. - Yoongi sonríe honesto por primera vez
-Excelente. - Jimin sonríe.
Terminan de desayunar entre charlas y pequeñas risas, luego Yoongi por primera vez desde que debutó se ofreció a fregar los trastes así que Jimin había salido a la sala.
Tenía que hacer una lista para lo que necesitaría y con ayuda de Jinki lo traería del mercado..
🩵
Yoongi observa a Jimin con curiosidad, notando la manera en que sus ojos permanecen cerrados, sin respuesta al mundo exterior, hay una serenidad y una tranquilidad en el rostro de Jimin que captura la atención de Yoongi.
Sus labios, ligeramente curvados en una suave sonrisa, transmiten una sensación de paz y aceptación que Yoongi encuentra intrigante. Aunque no puede ver el mundo que lo rodea, la expresión en el rostro de Jimin parece revelar una profunda conexión con su entorno interior.
Mientras observa a Jimin, Yoongi se siente intrigado por la perspectiva única de la vida que debe tener alguien que experimenta el mundo a través de otros sentidos que no sean la vista. Se pregunta qué tipo de pensamientos y emociones pasan por la mente de Jimin mientras navega por su día a día en la oscuridad.
La presencia de Jimin irradia una calma y una confianza que inspira a Yoongi a contemplar su propia vida de una manera diferente. En ese momento, comprende que la verdadera belleza yace en la aceptación de uno mismo y en la capacidad de encontrar la paz interior, independientemente de las circunstancias externas.
Apenas lleva un día viviendo con el castaño y siente que el chico con apenas dos palabras ha logrado más que cualquier otro.
Jimin transmite tanta inspiración.
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